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El Tribunal Oral en lo Criminal N° 12 condenó a 20 de prisión a Miguel Ángel Santa Marinha por el crimen de la diseñadora Celina Bergantiños. Fue por considerarlo culpable de los delitos de "hurto agravado, homicidio simple y hurto simple", ya que además del crimen le imputaron dos robos cometidos en la casa de la diseñadora, antes y después del homicidio. Bergantiños era la mejor amiga de Romina Neu, esposa de Santa Marinha y fue indagada la semana pasada como presunta coautora del crimen, ocurrido en San Telmo en octubre de 2013. 

 “Yo la maté, yo la maté. No sé qué hice. Me mandé la cagada de mi vida”, les dijo Santa Marinha llorando, la noche del lunes 7 de octubre de 2013, a dos amigos. Fue en una estación de servicio de la avenida Fair, en Monte Grande, dos días después del hallazgo del cuerpo de la joven. Después de eso quedó detenido y tras dos años, llegó a juicio detenido.

 El fiscal, Gustavo Gerlero, había pedido hoy que Santa Marinha sea condenado a 16 años de prisión, mientras que Carlos Castellanos, querellante en la causa, reclamó una pena de reclusión perpetua para el acusado por los delitos de "robo agravado por uso de llave o ganzùa, homicidio doblemente agravado por alevosía y criminis causa y robo". El defensor de Santa Marinha, Salvador Rovito, reclamó al tribunal a "absolución total", al asegurar que su asistido no tuvo participación alguna en los hechos que se investigan.

El cuerpo de Celina, que tenía 29 años, fue encontrado en el ph de San Telmo que alquilaba, sobre la calle Bolívar, luego de que un vecino que estaba podando lo viera en medio de un charco de sangre. El hombre dio aviso a la policía, que envió a la división Homicidios y la Unidad Criminalística. Los móviles llegaron casi al mismo tiempo que el papá de Celina, que estaba preocupado porque su hija no respondía sus llamados, ni mensajes de texto.

Celina estudiaba diseño de interiores y un mes antes de su asesinato había empezado a trabajar en el shopping Buenos Aires Design, en un local de decoración. Era oriunda de Quilmes, donde se crio junto a sus seis hermanos, pero vivía en ese departamento diminuto, al fondo de un largo pasillo en un primer piso, en la calle Bolívar 743. Hasta allí llegó la tarde del hallazgo la fiscal Paula Asaro, tras ser alertada por la policía. Mientras recorría el departamento, se le acercaron Santa Marinha y su esposa. Deslizaron el nombre de un sospechoso: Lucas. Se referían al novio de una hermana menor de Celina, que algunos viernes a la noche se quedaban a dormir allí. Los investigadores enviaron a la policía al velorio de Celina para que le señalaran a Lucas. Exploraron por unas horas el rastro de esa pista falsa. Hasta que más tarde la fiscal recibió el llamado de su secretario contándole que Santa Marinha había confesado entre lágrimas que se había mandado “la cagada de su vida”.

Entre sus pasatiempos, Celina había modelado los diseños de indumentaria de su amiga en un local de ropa en Lanús. El detalle, a priori menor, se convirtió en una circunstancia vital en la trama del crimen. Santa Marinha dijo a sus amigos, en medio del llanto, que a su esposa le había faltado una calza negra, y que él la encontró después en el departamento de Celina.

El móvil del crimen que Santa Marinha invocó ante sus amigos entre sollozos era tan insólito, que los investigadores pensaron que el trasfondo del homicidio podía entrañar un triángulo amoroso. La Justicia analizó algunos cruces virtuales entre Celina y su presunto asesino. Con el paso de los días esa versión perdió fuerza. “Creemos que era una persona muy inestable e irritable”, explicó entonces la misma fuente judicial.

El rol de la amiga

Romina Neu, que ya no está en pareja con Santa Marinha fue indagada como coautora del homicidio, pero negó haber tenido alguna participación en el crimen, informó la agencia Télam.
Neu fue indagada por la jueza de Instrucción Silvia Ramond a pedido de la fiscal de la causa, Paula Asaro, la semana pasada. Pese a estar acusada como coautora de un homicidio, Neu fue indagada en libertad, sin ser detenida, porque la Justicia considera que siempre estuvo a derecho.

Para la fiscal Paula Asaro, Bergantiños fue asesinada la noche del jueves 3 de octubre de 2013 cuando, según lo declarado por varios testigos, esperaba la visita de su amiga Neu y Santa Marinha para que le repararan los remaches que habían quedado flojos en la cerradura de la puerta del departamento que alquilaba en el PH de la calle Bolívar 743, donde dos días más tarde fue hallada estrangulada y con puñaladas.

La joven diseñadora había cambiado la combinación de esa cerradura porque había detectado que el día anterior le habían entrado a robar, con llave, y se llevaron 350 dólares. "Quien habría arribado a la vivienda habría sido el propio acusado, pero también existen sospechas de que lo habría hecho en compañía de Neu, quien podría ser coautora del hecho", afirmó la fiscal Asaro en el requerimiento de elevación a juicio para Santa Marinha.

Incluso, la fiscal menciona el supuesto móvil que tuvo este crimen y que fue el reproche que Santa Marinha le hizo a Bergantiños al haber descubierto en su casa una calza que había desaparecido del local de ropa de su mujer. En su indagatoria, Neu aseguró que el día del hecho estuvo todo el día en su negocio de la localidad bonaerense de Monte Grande y que no acompañó a su entonces pareja a la casa de su amiga.

"Cuando termine todo esto me divorcio. Jamás le voy a perdonar lo que me hizo", expresó la imputada en su declaración ante la jueza y la fiscal, según relató una fuente judicial que participó de la diligencia. En los próximos días, la jueza Ramond debe evaluar los elementos que hay en la causa y resolver la situación procesal de la nueva imputada y las opciones que tiene son procesarla, dictarle una falta de mérito o sobreseerla.

CD/PW