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En Mendoza no cualquiera puede ser Reina de la Vendimia: hay que dar con la altura, peso, edad y no quedar embarazada. Tampoco casarse. Sexo: mujer. A partir de una ley sancionada esta semana en el Senado mendocino, el Ministerio de Cultura de la provincia tiene sesenta días para dictar un nuevo reglamento. La monarquía discriminadora claudicó. Ahora se deberán respetar las garantías y libertades consagradas a favor de la mujer por los Tratados Internacionales de jerarquía constitucional y demás legislación vigente en materia de Derechos Humanos en la Argentina.

El proyecto fue presentado en septiembre del 2012 por el entonces diputado y actual senador del Frente para la Victoria, Gustavo Arenas. Dos meses después, la Cámara baja le dio media sanción y la semana pasada fue el turno de la Cámara alta.

Arenas explicó a Infojus Noticias por qué presentó el proyecto: “La elección de la reina de la vendimia es muy emblemática en Mendoza y tiene que ver con nuestras costumbres y cultura. Pero el tema de conservar al mismo reglamento es algo mal planteado. Soy un defensor de la fiesta de la vendimia, pero ningún mendocino se puede sentir orgulloso de mantener una costumbre que discrimina a una mujer. Históricamente la explotación infantil, de la mujer, o inclusive la esclavitud estaban basadas en cuestiones de tradición. No podemos mantener las tradiciones que no nos hacen una mejor sociedad”.

El proyecto vuelto ley postula que, de acuerdo a la posición que se adopte, hay argumentos a favor y en contra de las restricciones que impone el reglamento a quedar embarazada, casarse o tener un hijo durante el mandato “Hay quienes sostienen por ejemplo  que las Reinas electas tienen una agenda de actividades muy exigente y  sería imposible cumplirlas teniendo las responsabilidades que demanda un hijo a cargo”, dicen los defensores del reglamento tal como está.  Desde otra posición se argumenta que “la mayoría de las mujeres actualmente desempeñan labores más o menos complejas con hijos a cargo, muchas inclusive son único sostén de la familia y que, en todo caso, no trabajar y dedicarse plenamente a los hijos es una elección personal que no puede ser impuesta por ninguna ley o reglamento”.

"Se suma que esta fiesta no es privada, aunque así y todo tendría que estar acorde a las normas vigentes. Como la organiza el Estado provincial, resulta más grave la situación de un reglamento que vaya en contra de los derechos de la mujer”, dijo Arenas, que explicó que además de revisarse el tema de los embarazos el Ministerio tiene la oportunidad de modificar todos los demás incisos que resulten discriminatorios.

Historias destronadas

En enero una joven de 18 años, fue elegida reina de la vendimia y como quedó embarazada la destronaron. Yamila Estefanía Escudero le inició una demanda al municipio de Tunuyán y al gobierno de Mendoza por considerar que el reglamento del concurso es discriminatorio. En la demanda presentada por la abogada Carolina Jacky, se planteó una violación a la Ley de Violencia Contra la Mujer y daño moral. 

“Esta chica fue elegida en 2013 como reina del distrito de Tunuyán, y en la fiesta de este  año tenía que entregar corona, capa y cetro a la nueva elegida", dijo a Infojus Noticias la abogada mendocina especialista en casos de violencia de género. "Cuando el jurado tuvo conocimiento de su embarazo de ocho meses, le pidieron que entregue sus atributos a la virreina, ya que en su situación el reglamento le quita los beneficios de reina. Tampoco la dejaron sentarse en primera fila para ver el espectáculo la noche de la entrega, como es costumbre". La justicia resolvió que desde la intendencia se publiquen disculpas en cinco medios periodísticos de la provincia.

Esa no fue la primera vez que por cumplir el reglamento de la vendimia se termina un reinado. En 2009, Gabriela Dellatorre quedó embarazada y le pidieron que entregue la corona a pocos días de finalizar su mandato, lo que a pesar de su resistencia tuvo que aceptar. En 2011 Jennifer Cubillos, de Maipú, entregó el cargo porque decidió casarse. Y otro caso, el de Evelyn Ramírez en 2012, sentó precedente: al final de su reinado, el intendente de Lavalle le permitió entregar la corona con su bebé en brazos.

La ley sancionada es provincial y rige para la Reina Nacional, aunque los distritos quedaron invitados a modificar sus reglamentos para evitar futuras denuncias por discriminación.