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Infojus Noticias

21-10-2014|18:56|Luciano Arruga Nacionales
La fiscal y el juez tenían la ficha de la autopsia en sus despachos

La autopsia de Luciano Arruga que la Justicia no supo ver

En marzo de 2010 la Fiscalía de la Matanza pidió al Cuerpo Médico Forense los datos sobre autopsias de NN masculinos de todo 2009. El organismo entregó 52 casos, entre ellos, el de Luciano Arruga, que figuraba como un joven de entre "25 y 30 años". La ficha tenía tres fotos e información de las huellas que durante cuatro años estuvieron en un expediente y que nadie usó para poder identificar al joven desaparecido.

Por: María Florencia Alcaraz

La ficha de la autopsia, tres fotos y la información de las huellas digitales del cadáver registrado como NN de Luciano Arruga estuvieron cuatro años perdidos en la marea de fojas y expedientes que investigaba su desaparición en La Matanza. Ningún operador judicial prestó atención a esos datos que habían sido pedidos al Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de la Nación. Infojus Noticias confirmó que la autopsia 253/2009 figuraba desde el 10 marzo de 2010 en uno de los cuerpos de la investigación. Los mismos datos que la semana pasada sirvieron para identificar el cuerpo del joven, la fiscal de La Matanza Celia Cejas Martín y el juez federal Juan Pablo Salas los tuvieron en sus despachos.

Un día después de su desaparición en 2009, el cuerpo del joven de 16 años entró al edificio de Junín 760 por la calle Viamonte en un móvil de la Policía Federal. Allí funciona la Morgue Judicial del Cuerpo Médico Forense que depende de la Corte Suprema de Justicia. La autopsia la había pedido la secretaría 111 del Juzgado de Instrucción 16 de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Laura Bruniard, que instruyó la causa del supuesto accidente en Emilio Castro y General Paz.  Eran las diez de la noche y ya habían pasado los dos turnos de autopsias, por eso la de Luciano fue al día siguiente: a las 8 la mañana del 3 de febrero. José Ángel Patitó era uno de los tres forenses de turno ese día. El especialista, que murió el año pasado, fue quien firmó la autopsia 253/2009 y le puso un número al cadáver no identificado de Luciano. En el plazo de una hora contó los traumatismos que tenía en la cabeza, un brazo, el torso y los tobillos. Dijo que había muerto como consecuencia del accidente. Anotó señas particulares, la altura y el peso, entre otros datos. También separó fotos de costado y de frente y, por último, calculó una edad aparente: entre 25 a 30 años. El cadáver fue enviado a uno de los 92 nichos de depósitos hasta el 11 de mayo de 2009 cuando la jueza, que instruyó la causa del accidente, pidió su inhumación en Chacarita.

Fue la tercera vez que el rastro del joven de 16 años se hizo invisible: primero, tras su paso por el destacamento de Lomas del Mirador, después quienes no pudieron identificar su cuerpo y, por último, cuando la fiscalía y el juzgado no revisaron minuciosamente las 52 fichas de cuerpos masculinos NN que les habían enviado. El de Luciano era el segundo caso que aparecía en el orden del expediente. Nadie sabía de su existencia hasta hoy.

"No nos sorprende para nada que la fiscalía tuviera la información. Esto muestra los gravísimos problemas que tuvo la investigación judicial en la provincia de Buenos Aires y las razones por las que pedimos el juicio de las dos fiscales que intervinieron en el caso, Roxana Castelli y Celia Cejas (el pedido de juicio político es del año pasado).  Es hora de que las autoridades judiciales y políticas de la provincia den respuestas institucionales a este descalabro que está viviendo la familia y toda la sociedad”, dijo a Infojus Noticias, la directora del Área de Justicia y Seguridad del CELS, Paula Litvachky.

La ficha del cadáver fue a la Mesa de entradas. Ahí estaban las distintas características de hallazgo: peso, altura  y edad. Toda esa información no estaba digitalizada en ese entonces. Hace seis años, la edad era el principal parámetro de búsqueda. La de Luciano como NN era errónea. “La descripción siempre depende del perito. Hay datos objetivos como la altura y el peso. Pero la edad aparente es absolutamente subjetiva”, argumentó a Infojus Noticias Roberto Luis María Godoy, decano del Cuerpo Médico Forense.

Cómo fueron los pedidos a la Morgue Judicial

En cinco años y ocho meses la Justicia ordinaria de La Matanza y el Juzgado Federal de Morón pidieron en cuatro oportunidades al Cuerpo Médico Forense información en el marco de la causa Arruga. Ninguno de esos pedidos dieron un resultado positivo. El organismo realiza un promedio de 3.500 autopsias por año. Todos son casos de accidentes, homicidios y suicidios o muertes sospechosas de criminalidad.

El primer pedido de la UFI 1 de La Matanza, del 5 de abril de 2009, preguntaba si a partir del 30 de enero de ese año había ingresado un menor de edad o NN de 16 años con los datos antropométricos de Luciano. La respuesta la dieron el 15 de septiembre. “Al estar registrado como adulto de 25 años a 30 años y no tener ningún menor se contesta que no se recibió cadáver alguno con las características similares”, explicó a Infojus Noticias el director de la Morgue Judicial, Carlos Alberto Navari. “Buscaban el cadáver de un adolescente. Nosotros no teníamos un menor NN”, agregó el funcionario.

En febrero de 2009 en este organismo se hicieron 208 autopsias, 17 fueron NN. Entre ellos estaba el chico que Mónica Alegre y Vanesa Orieta buscaban. Los especialistas de la Morgue se limitaron a cotejar el pedido con las fichas de cadáveres que tenían.

El segundo pedido fue un año después: el 25 de enero de 2010. La respuesta llegó al oeste del conurbano el 10 de marzo. La UFI 1 exigió las copias de todas las autopsias y fotografías sacadas a todos los NN masculinos desde el 30 enero de 2009 hasta enero de 2010. También pidieron informar si en el mismo periodo se había practicado una autopsia a alguna persona identificada como Luciano Arruga. Respondieron con información: 52 casos de varones de identidad no identificada examinados en 2009. Entre ellos, estaba la ficha de Luciano Arruga como NN: tres fotos del examen, la información de las huellas dactilares, las placas odontológicas y la constancia de que se habían tomado muestras de tejidos para preservar el ADN. La información estuvo en la causa desde entonces. Fiscales ordinarios, jueces, operadores judiciales y los distintos actores que trabajaron en el cuerpo no analizaron estos legajos, a pesar de que ninguno de ellos tenía la misma edad que Luciano. “La fiscalía tuvo 52 fichas de investigación con las fotos” dijo Navari.

El último sábado la Fiscalía General de La Matanza dio a conocer un comunicado en el que denunciaban que la Morgue Judicial negó tener a Luciano. "No se ahondó en esa línea investigativa, en el entendimiento de que es ese organismo el que recibe en el ámbito de la Capital Federal todos los cuerpos sin vida para realizar autopsias", dijeron. No explicaron cómo habían sido esos pedidos y las respuestas que obtuvieron.

La tercera solicitud vino de la mano del Juzgado Federal de Morón. Fue después que la causa cambiara de carátula: de averiguación de paradero a desaparición forzada de personas. El 29 de mayo de este año el juez Juan Pablo Salas solicitó a la Morgue Judicial restos humanos sin identificar y un informe de personas NN inhumadas entre enero y febrero de 2009. Las respuestas fueron negativas porque el cadáver de Luciano estaba completo y fue enterrado en mayo de ese año, no en los meses solicitados.

El último pedido fue hace poco, el 19 de septiembre. La respuesta la tuvieron a los tres días. El juez Salas consultó, también, sobre restos de NN masculinos de entre 15 y 20 años. También preguntaron sobre algún expediente tramitado con el nombre del joven de La Matanza. “No recibimos cadáveres con el nombre de Arruga para autopsiar”, contestaron.

El hallazgo de la semana pasada

La identificación del cuerpo se logró en 48 horas. Como parte de la batería de acciones que motorizó el habeas corpus, Juan Pablo Salas pidió ayuda al Ministerio de Seguridad de Nación. Los especialistas de la Policías Científica fueron los que dieron con el paradero.

Según la versión policial, el primer día de febrero de 2009 un auto atropelló a Luciano en la vía rápida de la General Paz, en el cruce con Emilio Castro, frente a una garita de la policía. Iba de provincia hacia la ciudad de Buenos Aires, pero atravesaba la autopista por un lugar que los peatones no usan para cruzar. El joven de 21 años que lo chocó fue el que dio el aviso a la policía.

A las 3.21 de la mañana una ambulancia del SAME llevó a Luciano hasta el Hospital Santojanni. Lo operaron y ya fuera del quirófano, murió a las 8 de la mañana de ese día. Su madre lo fue a buscar a ese mismo hospital. En la recepción le dijeron que había entrado un chico atropellado pero que no sabían nada de su hijo. Ella siguió buscando en otros hospitales, salitas y comisarías.

Las huellas dactilares del cuerpo enterrado como NN habían sido tomadas el 3 de febrero de 2009 en la Morgue Judicial. En ese entonces, los especialistas de la Policía Científica cotejaron las muestras para conocer la identidad del chico pero los resultados fueron negativos. “Se hicieron absolutamente todas las pericias. En ese momento no estaba el Sistema AFIS. Nosotros pedimos a la policía todos los registros de huellas”, dijo a Infojus Noticias la fiscal Marcela Sánchez, que instruyó la causa del accidente. El conductor que chocó a Luciano declaró ante la Justicia, se lo investigó por homicidio culposo pero fue sobreseído durante la investigación.

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