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Infojus Noticias

15-7-2015|13:35|Monumento Nacionales
Una escultura por la Patria Grande

Juana Azurduy: “Es un acto de reparación de la memoria”

El escultor Andrés Zerneri, que hizo la estatua de Juana Azurduy, trabajó en ella durante más de dos años junto a medio centenar de personas. El monumento será inaugurado esta tarde por la presidenta Cristina Fernández y su par boliviano, Evo Morales. “Juana fue concebida con manos grandes, con telas pesadas americanas, de lana. Es una escultura que ayuda a pensar nuestra propia estética”, define.

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Por: Juan Manuel Mannarino

“Juana Azurduy es el símbolo de la Patria Grande”, dice el artista plástico Andrés Zerneri, que retrató entre otros al Che Guevara. Se lo nota nervioso. En una entrevista telefónica confiesa que, nunca antes, había sentido un cosquilleo tan intenso: hoy será inaugurado su monumento a Juana Azurduy, que reemplazará al de Colón en la plaza atrás de la Casa Rosada. La emoción, quizás, se relacione a las presencias de Evo Morales y Cristina Fernández de Kirchner. “No sólo es un acto de reparación de nuestra memoria, porque se pondera un símbolo de la lucha latinoamericana, sino que es un mensaje de un presente político que se expande hacia las nuevas generaciones. Es un monumento de nuestras raíces en medio de una ciudad que se pensó a reflejo de Europa”, expresa Zerneri a Infojus Noticias.           

La estatua, de bronce, será la más grande del país. Es fruto de un trabajo de dos años y medio en el galpón de Talleres Básicos de la ex Escuela de Mecánica de la Armada, rodeado de un equipo que llegó a  cincuenta personas. El fruto: una Juana Azurduy gigante, de nueve metros de alto y 25 toneladas de peso. “Soy un artista autodidacta, rebelde a la escuela europea y a su patrón de belleza, que sigue siendo dominante. Juana fue concebida con manos grandes, con telas pesadas americanas, de lana. Quiero que el público no sólo se conmueva al pensar en su historia sino que sienta que es una escultura que ayuda a pensar nuestra propia estética”, define el artista, quien imagina el proyecto de fundar, con otros artistas plásticos, una escuela de monumentos a luchadores populares. Además, con Osvaldo Bayer,  inició hace unos añosuna colecta de llaves por todo el país para crear el Monumento a la Mujer Originaria, que planean instalar donde se encuentra el de Roca en la ciudad de Buenos Aires. El proceso está en la fase final. Y será un metro más alta que la heroína del Alto Perú.

Para la inauguración, se esperó a la llegada de Evo Morales a Buenos Aires, quien firmará   acuerdos de cooperación energética. La estatua permanece cubierta a la espera de ser develada por los mandatarios. Hace tres días se cumplió el aniversario del nacimiento de la mujer, que fue ascendida post mortem a generala por la Presidenta. Hay un dato fundamental: el Estado Plurinacional de Bolivia donó un millón de dólares a la Argentina para construir la estatua. Fue la primera vez que Zerneri contó con una ayuda financiera tan grande. “De todos modos, los que participamos del proyecto pusimos el cuerpo trabajando de forma voluntaria, con pasión, porque no deja de ser un presupuesto pequeño para  una obra concebida en  tres años”, aclara.

Para el artista, con la inauguración de la estatua, se abre una nueva etapa simbólica. “Físicamente, será imponente, pero la obra trasciende sus significados elementales para proyectarse hacia una nueva perspectiva política. Juana Azurduy nos refleja un pensamiento para explicarnos quiénes somos, por qué fuimos educados en la idea de que Europa es la panacea de nuestra cultura”, dice Zerneri y agrega: “Es una interpelación a nuestra frondosa identidad, a repensar las raíces.  Y nos permite recordar nuestra hermandad con el pueblo boliviano y estrechar vínculos con los pueblos latinoamericanos”.

El clima de época, dice, es el “ideal” para reflejar “lo femenino”. Después de la marcha “Ni una menos”, se legitimaron una serie de signos que antes estaban “ocultos” en la sombra.

-¿Lo pensó como una escultura “de género”?

-Sí, pero en el sentido de cómo se resignifica la participación de lo femenino en la historia para reflejar las luchas del presente. No sólo es algo de género sino algo humano. Es maravilloso cómo se complementa lo masculino y lo femenino cuando hay un verdadero equilibrio. Y que Juana reemplace a Cristobal Colón -inaugurada en 1921 y realizada por Arnaldo Zocchi- tiene una fuerza revolucionaria. Pensemos que la figura más retratada en la Argentina es Julio Roca. Hay que romper ese paradigma. No como acto de revancha o venganza, sino como hecho fundacional de reparación y memoria.

-¿Por qué cree que es Juana Azurduy es un símbolo de lo latinoamericano?

-Primero, la escultura es una mujer con un bebe en la espalda, con un aguayo, como las mujeres de la región. Y después aparecen sus otros cuatro hijos, y figuras épicas, como un indio trabuqueño, un aimará, un colla, un quechua. Es decir, no es algo solitario, sino que también se representan pueblos originarios y gauchos que lucharon junto a ella. Azurduy, al tener un bebé y al haber combatido, tiene una fiereza extrema. Pienso su figura como un proyecto de defensa del ideal de Patria Grande que aún hay que seguir defendiendo.

-¿A qué se refiere?

-A ese sueño de San Martín, de Bolívar, de Padilla, de Artigas, de la misma Juana.  Es un sueño incompleto si nosotros no humedecemos las raíces. Esta inauguración es un principio de algo más grande, va más allá del acto político. La Patria Grande como una gran República de hermandad, de lucha común, de solidaridad entre los pueblos. Eso hay que defender, hacia dentro y hacia afuera. Fijate que en la región tenemos a un Evo Morales, un país  que tiene un Ministerio de  Descolonialización que plantea una lucha contra el patriarcado. Un país que, sin renunciar a sus ideales, además crece económicamente. Fijate que el gobierno boliviano y la misma Cristina se involucraron con este proyecto, sugiriendo, proponiendo cosas. Eso no hubiera pasado si no hay un cabal conocimiento de la identidad latinoamericana. Estoy seguro que cuanto más conozcamos a los pueblos de América, en todos los términos, tanto culturales, económicos como políticos, llegará la justicia y el buen vivir a nuestras comunidades.

JM/PW

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