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Infojus Noticias

25-3-2015|12:25|24 M Nacionales
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La marcha convocó a casi 15 mil manifestantes

Córdoba: "No nos van a quitar los derechos que conseguimos"

Bajo la lluvia, miles de cordobeses marcharon con pañuelos blancos en homenaje a la lucha de las Madres y Abuelas. Los referentes pidieron profundizar el camino de la Justicia y luchar contra “las corporaciones que amenazan la democracia”.

  • Télam
Por: Alexis Oliva, desde Córdoba

“Cordobés, cordobesa, agarre su pañuelo blanco que es bandera de lucha”, arengaba el locutor a las seis y media de la tarde en la capital provincial. A esa hora, los manifestantes empezaron a avanzar desde La Cañada, por la avenida Colón. Las columnas de organismos de derechos humanos, sindicatos, partidos y organizaciones políticas, centros de estudiantes y ciudadanos convocados por el histórico mandato de memoria, verdad y justicia seguían creciendo. La lluvia no disuadió a los casi quince mil manifestantes que respondieron a la consigna “Los pañuelos son bandera. Olvido y silencio nunca más”. La entusiasta percusión de las agrupaciones juveniles y los equipos de mate ayudaron a paliar el frío a quienes pusieron los cuerpos para marchar.

-Es la misma lluvia que cayó cuando Néstor nos devolvió La Perla –evocó un militante que estuvo en aquel acto del 24 de marzo de 2007. Ese día, el entonces presidente convirtió el ex campo de concentración y exterminio en un espacio para la Memoria.

En primera fila y bajo un paraguas, Sonia Torres, titular de Abuelas de Plaza de Mayo en Córdoba, dijo a Infojus Noticias: “Marcho para festejar los treinta años de democracia. Por la lucha de nuestros hijos. Para que esta juventud siga el ejemplo de ellos y nunca más haya una noche negra como la de la dictadura”. A los 85 años, Sonia todavía busca a su hija Silvina Parodi, al hijo que llevaba en su vientre y a su yerno Daniel Orozco, secuestrados el 26 de marzo del 76. “Cualquiera sea el gobierno que asuma, no hay marcha atrás. No nos van a quitar los derechos que hemos conseguido y nos ha costado lágrimas y sangre”, advirtió.

"Hasta el último huesito"

A pocos metros, Emilia Villares D’Ambra, 84 años, madre de los desaparecidos Alicia y Carlos D’Ambra y secretaria general de Familiares Córdoba, sostenía la misma bandera. “La Justicia no cumplió aún su tarea. Muchos condenados por causas de derechos humanos no tienen sentencia firme y esperan que cambie el gobierno para pedir una amnistía. Hay que salir a la calle a exigir que se resuelva eso. Y vamos a seguir peleando hasta que el último huesito esté en las manos que corresponden”, dijo.

Una cuadra más atrás y en el otro extremo generacional, un centenar de estudiantes del Colegio Nacional Manuel Belgrano ensayaron una especie de malón: se acuclillaban, aullaban como indios pampas, corrían, saltaban y aterrizaban al grito de “¡Presentes!”. Así rindieron homenaje a sus once desaparecidos, entre ellos, a la hija de Sonia.

"Falta el juicio a los responsables civiles" 

Desde la nutrida columna sindical. Juan Monserrat, secretario general de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba, consideró que “el sentido de la marcha es la defensa del proyecto nacional. Hemos tenido demasiados embates, desde los fondos buitres hasta la arremetida del partido judicial. Se pudieron sortear porque ganamos la calle y tenemos la fuerte convicción de dónde se distribuye el ingreso y se construye democracia”. 

A la par caminaba Hilda Bustos, secretaria general de la Unión Obrera Gráfica y de Organización de la CGT Córdoba. “Participamos en esta marcha desde que recuperamos el sindicato en 1983 -destaca-. Hoy tiene el sentido de asegurar la democracia y la continuidad de una política de Estado que llevó a cientos de genocidas al banquillo. Falta el juicio a los responsables civiles de la dictadura. La Justicia también es cómplice. Es evidente hay un pacto para no juzgar a los civiles”.

Las agrupaciones que integran Unidos y Organizados ocupaban unas tres cuadras. Gabriela Estévez, jefa regional de la Anses y referente de La Cámpora Córdoba, valoró que “las  políticas del Gobierno nacional en los últimos 12 años permitieran cerrar una llaga abierta. Además, reivindicaron a aquella juventud maravillosa, devastada por el plan sistemático del Estado tirano. A partir de lo que se ha logrado, no se puede retroceder. Esta marcha es la manifestación más fiel de que no se vuelve atrás”.

La Juventud Radical de Córdoba convocó a la marcha centenares de militantes. “Como juventud de la UCR venimos todos los años, levantando las banderas del radicalismo que con Raúl Ricardo Alfonsín recuperó la democracia en 1983 e impulsó los primeros juicios a los represores”, recordó su presidente, Gonzalo Salvetti.

Muchos de los asistentes no estaban encuadrados en organizaciones políticas o sindicales. Jóvenes, mayores y familias con niños iban y venían por los distintos sectores de una marcha que avanzó entrecortada, como la democrática lluvia que mojó a todos. Entre ellos, a Diego Tatián, decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba. “Las últimas manifestaciones de la derecha hacen ver que ninguna conquista lo es definitivamente. Hay que sostenerlas en la calle. Además, en esta coyuntura en que nuestro continente se ve amenazado en lugares sensibles, como Argentina, Brasil y Venezuela, la marcha se resignifica como una defensa de la democracia conquistada”, opinó el filósofo y escritor. 

Después de tres horas de caminata, los militantes de H.I.J.O.S. Paula de la Fuente y Emiliano Salguero, leyeron el documento de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos. El texto denunció el rol histórico de “las corporaciones y sus golpes duros y blandos”, y fustigó al Poder Judicial “al servicio de los intereses de los grupos económicos, del Opus Dei, de la Sociedad Rural, de los monopolios mediáticos”.  Sobre el final, apuntó a la militancia: “Ese pañuelo que representa a los treinta mil compañeros desaparecidos, sus vidas, sus luchas y su entrega incondicional, es nuestro camino. En este 2015, movilicémonos, ocupemos las calles y las plazas para seguir conquistando más derechos, más justicia, más democracia”.

AO/MEL

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