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Infojus Noticias

5-7-2013|18:17|Juicio Buenos AiresProvinciales
La familia se mostró conforme con las penas

Tres policías condenados a perpetua por el asesinato de Daniel Migone

Migone fue asesinado en la comisaría 9 de La Plata en 2005. De los otros dos acusados, uno fue condenado a diez años por evitar las torturas seguidas de muerte. Y la oficial que estaba de servicio la noche del crimen fue absuelta.

  • Los acusados, momentos antes de escuchar la sentencia. Diagonales.com/Matias Adhemar
  • Rosa Bru, la madre de Migone y sus nietos Andrea y Rubén, hijos de Daniel. Luca Ceraso
Por: Laureano Barrera y Catalina Dowbley

Cuando el Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 empezó a leer la sentencia, Andrea, la hija de Daniel Oscar Migone, embarazada a término, ya no pudo parar de llorar. Oyó a la secretaria del juzgado decir que por decisión unánime, el ex teniente Luis Díaz Zapata pasaría el resto de su vida en prisión. Que era culpable de haber torturado y matado al abuelo que su niña no conocerá al nacer. Además de Díaz Zapata, el fallo condenó a otros dos hombres a prisión perpetua por torturas seguidas de muerte contra Migone: el guardia de calabozos Carlos Ariel Tolosa y el ex oficial Daniel Guillermo Espósito. El jefe de turno esa madrugada trágica del 10 de noviembre de 2005, el capitán Marcelo Fabián Falcón, fue condenado a diez años de cárcel por omisión de evitar torturas seguidas de muerte. La oficial de servicio la noche del crimen, Valeria Maciel, fue la única absuelta.

Afuera, en las escalinatas de mármol del Palacio platense de Tribunales, Porota, la mamá de Daniel, se dejó caer en los brazos de su abogado Fabio Villarroel. La escoltaban Pipo y Andrea, los hijos de Daniel. Después de siete años y medio de angustia y de impotencia, con un expediente que vegetó en la desidia de tres fiscales y dos jueces de garantías recusados por la querella, tal vez ahora el duelo por su hijo muerto comenzará a cerrar. “Estoy muy contenta, Dios estuvo de nuestra parte”, definió luego ante los micrófonos. Andrea se mostró aliviada: “No lo puedo creer. Es la primera vez que veo que la justicia hace justicia”. La contracara, los llantos y gritos en medio de una sala colmada, fueron las familias de los policías condenados.

“Acá no hay nada para festejar”, reflexionó Villarroel, también abogado de la Asociación Miguel Bru. “Hay una persona asesinada y una familia desecha. Y quienes cometieron ese hecho no sólo arruinaron sus vidas sino la de sus propias familias”, dijo. Aunque consideró importante para la familia que “el propio Estado reconozca que miembros de ese Estado lo privaron de la vida mediante torturas”, concluyó el abogado querellante.

El juicio estuvo signado, desde el inicio, por dos versiones contrapuestas. La versión policial sostenía que Migone se ahorcó con una campera de jean en el calabozo de contraventores, desde un camastro a 30 centímetros del piso. Pero la autopsia decía que murió por “asfixia mecánica compatible con el accionar de un tercero”, y los forenses explicaron en el juicio que Migone presentaba fuertes golpes en la cabeza y en los genitales, lo que permitió reconstruir que tras la golpiza que recibió fue asfixiado por un tercero.

Migone fue detenido a las 23.30 horas del 9 de noviembre de 2005 en la ciudad de La Plata por el supuesto robo de tres autos con pasacasetes. Durante el juicio otros dos artificios de la versión policial se desbarataron: se determinó que esos robos –si fueron reales y no provocados- no fueron cometidos por Daniel. Se escuchó a uno de los imputados aseverar que Díaz Zapata entró junto Espósito, Falcón y el propio Toloza a la celda y antes de que se hiciera el silencio del casi todos hablaron uno de ellos le dijo “dejate de joder, estás pegado, estás preso”. Daniel y el jefe de calle de la comisaría tenían un amorío con la misma mujer. Horas después de entrar a la seccional  fue sacado agonizando hacia el Hospital San Martín, tal como acreditaron los médicos de la guardia. Siguieron nunca la hipótesis de la mujer que Migone y el policía tenían en común.

A pocos días de cumplirse dos décadas de la desaparición de Miguel Bru, Rosa, su madre, sintió apenas que la condena a cuatro policías de la misma comisaría hacía justicia por todos los jóvenes que sufren a diario la violencia policial. “Creo que es un juicio ejemplar para nosotros, para la familia de Migone y también para la policía. Para que entiendan una vez por todas que basta de torturas y espíritu de cuerpo, porque acá otra vez prevaleció y no confesaron quién fue realmente el que mató a Migone. Sentí que otra vez íbamos por Miguel”.

Voces después del juicio

Rosa Bru. Madre de Miguel Bru. “Esta mañana cuando iba para el juicio tenía muchos nervios, miedo y esperanzas. Y sentía que de nuevo estaba yendo a nuestro juicio, sentía que íbamos por Miguel. Y realmente el caso de Daniel también es algo nuestro. Uno va con la expectativa de que porque son policías los jueces los miran con otra cara. Pero en este caso fueron objetivos con lo que se recabó en el juicio. Quedó claro que lo mataron. Y de nuevo quisieron hacerlo pasar como un suicidio, con una versión infantil de que se había ahorcado con una campera de jean. Esperemos que sirva como ejemplo. Que no pase más, basta de tantos pibes maltratados y asesinados por la policía. El resultado de la condena es buenísimo. Fue un fallo ejemplar.”

Roberto Cipriano. Comisión Provincial por la Memoria. “Me parece muy importante el resultado de la sentencia. Efectivamente se hizo justicia. Es un caso emblemático por torturas seguidas de muerte en la comisaría y por el armado de causas. Realmente es necesaria una reforma estructural de las fuerzas. Porque no fue uno o varios policías los que lo hicieron, se trató de la institución.”

Mario Coriolano. Defensor ante el Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires. “Creo que es una sentencia necesaria y, aunque tardía, oportuna. En un momento en que se debate la justicia democrática y la relación de la justicia con los distintos tipos de tortura en la Provincia de Buenos Aires. Y digo que es necesario porque entre los casos de Migue Bru y Daniel Migone, hubo otros casos no investigados. Del caso de Daniel Migone para acá, en estos años, hubo más hechos de tortura. Espero que nunca más haya personas detenidas en esa comisaría y que se transforme en un sitio de Memoria, Verdad y Justicia.”

Aníbal Hnatiuk. Abogado de la Secretaría de DDHH de la provincia. “Las sentencias están acordes con la gravedad del delito cometido. En el juicio se demostró que hubo otros delitos conexos, como el armado de la causa, que son comunes en la policía bonaerense. Lo que nos duele a todos es que el hecho ocurrió doce años después de lo de Miguel Bru. Pareciera que lo único que aprendieron fue a no dejar huellas. En el caso de Miguel lo habían borrado del libro, aunque después se encontraron unas anotaciones "MB". Pero a Daniel Migone ni siquiera lo registraron, porque los libros estaban “parados”. Gracias a la Asociación Miguel Bru llegamos a la condena.”

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