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Infojus Noticias

4-7-2014|16:29|Robo Santa FeProvinciales
Los investigadores creen que el detenido también está vinculado al narcotráfico

Detuvieron al último prófugo de la "Banda de los Rosarinos"

La policía detuvo a Mariano "Chapu" Iparraguirre. Con él quedaron presos, acusados de asociación ilícita, todos los integrantes de la banda dedicada a robar autos de alta gama y desguazarlos o "reempapelarlos". Iparraguirre era el segundo de la organización.

Por: Infojus Noticias

A pesar de tener pedido de captura desde 2012, Mariano “el Chapu” Iparraguirre siguió viviendo en Rosario con su nombre real. Incluso se mudó a unos 80 metros de una comisaría. Ahí vivió con su esposa hasta ayer, cuando tres grupos operativos de la DDI de San Isidro -con apoyo de Gendarmería- lo detuvieron por orden del fiscal de San Isidro Patricio Ferrari. El Chapu, de 43 años, era el último prófugo de la Banda de los Rosarinos, un grupo dedicado al robo, desguace y venta de autos. En los próximos días será trasladado al penal de Campana, donde está detenida el resto de la banda.                                  

“El martes partió hacia Rosario una comisión especial de nueve personas”, explicó a Infojus Noticias el comisario Mayor Sergio Rodríguez, director de la DDI de San Isidro. El jueves después del mediodía los agentes ubicaron al Chapu y lo detuvieron cuando salía de su casa, en Anchorena al 300, en el sur de Rosario, en la misma cuadra de la comisaría 11.

Las escuchas que constan en el expediente revelan la existencia de  vínculos fluidos entre “el Chapu”  con policías santafesinos. En más de una oportunidad, un hombre habría llamado al jefe de la banda, Esteban Lindor Alvarado, para avisarle de un allanamiento en los galpones en los que guardaban autos robados. Por eso, el fiscal ordenó que el operativo lo realizara la policía bonaerense con apoyo de Gendarmería. Esta última fuerza realizó en agosto pasado los 27 allanamientos simultáneos que permitieron desbaratar a la banda y capturar a Lindor Alvarado.

Después de ser capturado, Iparraguirre fue trasladado a la DDI de San Isidro. “Era la mano derecha de Lindor Alvarado, era el segundo”, explicó el comisario Rodríguez. La causa, a cargo del juez de Garantías Diego Martínez, ya fue elevada a juicio oral.

La banda

Alvarado y otros nueve imputados están presos desde agosto de 2012, acusados de conformar una asociación ilícita que se dedicaba a robar automóviles en el norte del conurbano bonaerense para desguazarlos o "reempapelarlos" y venderlos en Rosario. “Tenían levantadores de autos, los cañeros, que robaban autos a mano armada en el Gran Buenos Aires. La gran mayoría eran por encargue. Les pedían un vehículo de determinado modelo y color y ellos se encargaban de encontrarlo. Después de robarlo lo dejaban enfriar uno dos días y los mandaban para Rosario”, explicó Rodríguez.               

Tras la detención del jefe, la banda siguió funcionando. Alvarado manejaba el negocio desde su celda VIP en la Unidad 21 de Campana, donde estaba preso junto al resto de la banda. El nexo afuera era el Chapu Iparraguirre. En octubre pasado, el fiscal ordenó allanar el penal. Descubrió que los detenidos tenían televisor, PlayStation, DVD, aire acondicionado, freezer y diez celulares. “Ahí quedó totalmente desmantelada la organización”, explicó el director de la DDI de San Isidro.

Lindor Alvarado -alias "Chuchino", "Rengo"  o "El Esteban”- es un viejo conocido entre los policías rosarinos. El juez de Sentencia Carlos Carbone lo condenó a tres años de prisión en suspenso por el robo de un Fiat Duna en Rosario. El día que lo detuvieron,  intentó negociar con los policías. “Loco dejame, tengo cuatro lucas en el bolsillo, son tuyas si me dejás rajar y aquí no pasó nada”. Los agentes que lo trasladaban en el patrullero no respondieron. Él insistió. "No seas boludo, ¿qué pensás que sos, gil? Dejame ir, si no la agarrás vos la voy a poner en la comisaría o en Tribunales. Yo sé trabajar y tengo influencias, boludo".

La mano derecha de Alvarado también estuvo relacionado al mundo del narcotráfico. Algunos investigadores sostienen que era socio de Luis Medina, el narco asesinado junto a su novia a fines del año pasado en el ingreso a Rosario.

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