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6-7-2015|12:54|Juicio Oral ChubutProvinciales
Hoy al mediodía

Caso Antillanca: condena y prisión preventiva para cuatro policías

La justicia declaró culpable a cuatro de los cinco policías acusados por el homicidio de Julián Antillanca. Es el segundo juicio oral y público por el crimen del joven de 19 años asesinado a manos de policías de Trelew. Ahora el tribunal deberá establecer la graduación de la pena.

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Por: Infojus Noticias

La justicia declaró culpables a cuatro de los cinco policías acusados por el homicidio de Julián Antillanca  y dictó la prisión preventiva de tres de los cuatro policías. Se trata del segundo juicio oral y público por el crimen del joven de 19 años asesinado a manos de policías de Trelew. Martín Solis, Jorge Abraham, Laura Córdoba fueron declarados culpables por “homicidio agravado”, en tanto que el comisario Carlos Sandoval fue condenado por “encubrimiento agravado”. El oficial Pablo Morales fue absuelto. Ahora el tribunal deberá establecer la graduación de la pena para los culpables.  El juicio estuvo a cargo de los  jueces Darío Arguiano, Adrián Barrios y Marcelo Di Biasse dictaron la prisión preventiva de Solis, Abraham y Córdoba y de firma del libro de ejecución penal a Sandoval. El 30 de julio se realizará el debate para fijar las penas de los acusados.

"La sentencia es bastante ajustada a todo lo que pedíamos”, dijo a Infojus Noticias la abogada de la familia de Julián, Verónica Heredia, ni bien se conoció la decisión del tribunal aunque destacó la sorpresa por “la absolución de Morales”. Ni bien se escuchó ese tramo del veredicto se produjo un revuelo en el sexto piso del edificio que la Cámara tiene en Trelew. “Fue bastante conmocionante para todos, se armó un revuelo en sala de audiencias”, explicó Heredia y aclaró que “el código prevé cinco días para el procedimiento de prueba” para poder argumentar sobre la graduación de las penas para los culpables.

Tanto Heredia, como la fiscal de la causa Mirta Moreno, se encuentran analizando y evaluando lo decidido por los jueces. “Hable con Sandra y Ayelen –madre y hermana de Julián- que estaban muy emocionadas sintiendo que se hizo justicia”, dijo la abogada a este medio. Gabriela Bidera, la única civil implicada en la causa, fue beneficiada con la suspensión de juicio a prueba y deberá realizar tareas comunitarias en una escuela de Puerto Madryn por dos años.

La lectura

“Yo sabía que a Antillanca lo mató la policía”, fue el gritó que se escuchó en la sala apenas el tribunal terminó de leer el veredicto que duró unos 25 minutos. Los jueces valoraron los testimonios de varios de los testigos, sobre todo, los de Daina Monsalves y el de Jorgelina Domínguez. La primera “vio que los funcionarios le estaban pegando a un chico que estaba en el piso” y que reconoció a Julián como a quien agredían los policías. Domínguez vio como sacaban el cuerpo del patrullero y lo depositaban en la calle y reconoció a Solis en una reconstrucción.

La defensa de los policías intentó con nulidades a las muestras que dieron que el ADN del joven se encontraba en uno de los patrulleros peritados. “La cadena de custodia se halla incólume”, respondió hoy el tribunal durante la lectura y rescató que la muestra hallada “se correspondía con la muestra de una persona de sexo masculino del linaje Antillanca”.

Sobre la absolución del oficial Pablo Morales los jueces explicaron que “no se pudo acreditar un grado de certeza necesario” que Morales haya estado ese día y sostuvieron que “no se pudo acreditar quien ha sido el tercer policía varón que participó de la golpiza”. La culpabilidad de los policías no cayó bien ni a los uniformados, que la semana pasada se habían declarado inocentes, ni a sus familiares. Después de escuchar, cuatro de ellos, su culpabilidad comenzaron los gritos y los insultos. El ambiente se puso denso y entre las propias partes tuvieron que separar, el tribunal desalojó la sala “son inocentes”, repetía uno de los familiares de los policías, “no tienen pruebas hermano”, decía otro.

Era el segundo juicio por el caso

“Entendemos que el hecho no ocurrió en una noche de desborde policial. Todo comenzó con la brutalidad contra los Aballay y termina con el asesinato de Julián. Nosotros con el fallo de la Corte Interamericana, entendemos que hay un contexto de violencia institucional contra los jóvenes de bajos recursos de la provincia del Chubut, avalada por una gran desigualdad social”,  había argumentado Verónica Heredia, querellante, en los alegatos.  

En el primer juicio todos los acusados habían sido absuletos. El tribunal confirmó lo que había resuelto el Supremo Tribunal de Justicia provincial –y que avaló la Corte Suprema de Justicia- que revocó el proceso realizado en primera instancia y ordenó hacer un nuevo juicio.  

En el nuevo juicio, la querella y fiscalía pidieron penas por homicidio calificado agravado por tratarse de funcionarios públicos, mientras que la defensa solicitó la absolución. Luego del veredicto condenatorio, se realizará lo que se conoce como debate de pena, donde las partes argumentan sobre la pena para cada uno de los acusados. En este paso  “las partes pueden tomarse un plazo de dos o tres días”, explicaron desde la fiscalía. Incluso podrán citar testigos.

El juicio contó con más de una decena de audiencias. "Son cinco años de constante denuncia y creo que hemos llegado a una instancia social muy marcada. Exigimos entre todos la decisión de este tribunal. Esperamos que tengan un buen criterio para valorar las pruebas y conseguir un fallo justo”. Así habló el padre de la víctima, César Antillanca, después de una maratónica audiencia de alegatos. “A pesar de que mí hijo fue asesinado cobardemente, yo no vengo a buscar venganza, vengo a buscar justicia. No solo por mi hija Ayelén, sino por mi hijo Diego, que a partir del asesinato de Julián se le llenó el corazón de dolor y de tristeza. Diego tenía solo cuatro años y estuvo casi tres años sin reírse. Diego era un niño triste. Yo vengo acá con el amor que les tengo a mis hijos, porque pienso que el único amor verdadero que queda en este mundo es el amor de los padres con los hijos. Nada lo puede romper, nadie se puede meter, ni siquiera la distancia y ni siquiera una muerte. Ellos hablan de condena social, nosotros tenemos una condena para toda la vida", dijo Sandra Tolosa, la madre.

Las pruebas

Entre las pruebas más importantes estuvo el testimonio de Herminio González, perito del Cuerpo Médico Forense (CMF) de Chubut. En el juicio confirmó que la muerte de Julián Antillanca fue a causa de golpes que le dieron y descartó que haya sido por un supuesto coma alcohólico o un problema cardíaco, como se especuló en un primer momento. En otras audiencias, además, dos testigos dieron detalles al tribunal sobre el accionar de los policías. Además, los peritos ratificaron haber encontrado rastros genéticos del “linaje Antillanca” en el patrullero denunciado como desde donde se tiró el cuerpo del joven. “Fueron muy contundentes las declaraciones de las testigos, ha quedado claro que es el personal policial el que es el responsable de la muerte de Julián”, había dicho a Infojus Noticias la abogada de la familia de Julián, Verónica Heredia.

Aquella jornada, Jorgelina Domínguez y Daiana Monsalves se sentaron ante los jueces Adrián Barrios, Darío Arguiano y Marcelo Nieto De Biase, y detallaron lo que vieron. Una dijo cómo lo golpearon a Julián, y la otra, cómo descartaban el cuerpo en una calle “solitaria”. Daiana lo conoció a Julián esa noche, se lo presentó su hermana. En el boliche “Ku” Julián le regaló un trago pero después el joven salió solo. Cuando Daiana salió caminó por la zona de boliches hacia la rotonda “5 de Octubre”, vio como tres policía lo golpeaban mientras una policía mujer obstaculizaba el paso. Daiana reconoció que era Julián porque llevaba "algo oscuro arriba y algo claro abajo". La joven declaró que no pudo dormir recordando cómo “le pegaban en la cabeza, cuerpo y piernas ”. “Son cosas que marcan”, le dijo como respuesta a las preguntas de la defensa de los policías que en todo momento quisieron confundirla.

Después de la brutal golpiza en el rostro, la cabeza, el tórax y las extremidades, mediante trompadas, patadas, y con el uso de elementos contundentes, los efectivos cargaron el cuerpo en un patrullero y lo tiraron a la calle. En ese momento Jorgelina Domínguez y su amiga (Gabriela Bidera – hija de un comisario que fue beneficiada con la probation en este juicio, donde estaba acusada de encubrir a los policías-) caminaban por esa calle. Cuando vieron un patrullero que dobló en contramano se escondieron detrás de un árbol. Jorgelina vio todo. Un policía bajó del móvil, miró para todos lados para cerciorarse de que no había nadie, después llamó a quien conducía y entre los dos bajaron un cuerpo que dejaron depositado en el asfalto. Jorgelina y su amiga corrieron asustadas. Aquel cuerpo era el de Julián.

Un documental sobre el caso

El documental "Un paisaje del espanto", dirigido por Daniel Riera y Mauro Gómez, hace foco enJulián Antillanca, asesinado en septiembre de 2010.  Pero también repasa otra docena de asesinatos, violaciones y golpizas perpetrados por la policía del Chubut desde esa fecha hasta el presente. La impresionante lista que releva el documental la integran Iván Torres (2003), Maximiliano Almonacid (2012), Bruno Rodríguez Monsalves (2012), César Monsalves (2013), Andrés Gastón Vargas (2013), Rodolfo y Nazareno Arriagada, Cristian y Leandro Tripaiñan y Sergio y Denis Aballay (2014).

A esa nómina, Riera le agrega que "durante el montaje del filme nos enteramos que apareció prendido fuego en un calabozo el pibe Mauro Castaño". "No creo que Chubut sea el único lugar en el que suceden estas cosas, pero supongo que la impunidad de un caso posibilita el siguiente", dijo el periodista en una entrevista con Télam.

Al analizar el panorama, el autor de los libros "Buenos Aires bizarro" y "Nuestro Vietnam", desliza que "obviamente hay patrones: se trata de chicos pobres y jóvenes, víctimas de una violencia absolutamente exacerbada ya que no son asesinados por gatillo fácil sino que son estrangulados o quemados en una cosa tortuosa, una especie de violencia xl".

Mirá el documental: 

JMM

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