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Infojus Noticias

7-8-2014|19:00|Racismo Nacionales
Etiquetas:
Diversas ONG repudiaron el brutal ataque

Una senegalesa denunció que la golpearon por vender juguetes en la calle

La joven de 21 años llegó a la Argentina hace un mes y medio. Vendía de manera ambulante y un encargado de un edificio la insultó y la golpeó en el estómago. Cuando intervino, su hermana también fue agredida. "Váyanse a su país, negras de mierda", les dijo el hombre.

  • Leo Vaca.
Por: Matías Máximo

El ataque empezó con insultos racistas: “No quiero ver una negra cuando salgo a la puerta”, dijo el portero de un edificio ubicado en Rivadavia al 2600, en el barrio porteño de Caballito. La joven senegalesa de 21 años llegó a la Argentina hace un mes y medio y vendía juguetes por la calle en el momento en que el encargado de un edificio, mientras insultaba, empezó también a romperle la mercadería. Después de patearla en el estómago, ante los gritos de las personas que pasaban, el portero se refugió en el inmueble. Ella gritaba pero los que pasaban no entendían del todo el mensaje: la joven sabe no sabe hablar castellano.

“Un policía que estaba cerca y que suele recorrer esa zona, conociendo que la víctima es hermana de otra mujer que tiene un local en una galería cercana, fue a buscarla. Cuando la hermana de la joven atacada llegó al lugar, la encontró totalmente conmocionada por la golpiza. Indignada, le preguntó al policía por qué no hizo algo para detener el brutal ataque”, dijo a Infojus Noticias Moustafa, presidente de la Asociación de Residentes Senegaleses en la Argentina.

El portero salió otra vez del edificio y le dio dos piñas en el cuello a la joven. Cuando intervino su hermana mayor también fue golpeada. El policía entonces les recomendó a las mujeres que hagan la denuncia y el portero se volvió a esconder en el edificio al grito de "váyanse a su país negras de mierda". Las hermanas hicieron la denuncia en la comisaría 8°, de la calle Urquiza 540, desde donde fueron derivadas al médico legal para constatar las lesiones. Después terminaron en el Hospital Argerich, donde le pusieron un cuello ortopédico a la más joven.

La Asociación de Residentes Senegaleses en la Argentina, la organización Todos con Mandela, la Sociedad Caboverdeana de Dock Sud y la Organización IARPIDI manifestaron su repudio en un comunicado colectivo donde relatan la denuncia de la agresión, que sucedió 31 de julio y se hizo pública ayer, después que las jóvenes recibieran asistencia jurídica de la Mesa Nacional por la Igualdad. Las jóvenes que estaban por realizar también una denuncia en el Instituto Nacional Contra la Xenofobia y el Racismo (INADI), pero aconsejadas por los abogados primero esperaran que tome curso la presentación en la Justicia.

Desde enero de 2013 la Dirección Nacional de Migraciones aprobó un proyecto que establecía que la comunidad senegalesa podía acceder a la residencia por trabajo y que tenían que inscribirse. La Ley de Migraciones establece que el derecho a migrar es un derecho humano y no lo circunscribe a una población específica

“La chica está mejor de los golpes y el dolor que tenía en el cuello. La hermana, que sabe hablar castellano, es la que la ayuda en todos los trámites judiciales y desde las organizaciones lo que estamos es apoyando psicológica y emocionalmente a esta joven que en el momento de ser agredida no entendía qué era lo que estaba pasando”, explicó Moustafa.

Cuestión de estigma

No es la primera vez que vendedores ambulantes denuncian abusos discriminatorios. En febrero la Policía Metropolitana allanó una pensión completa en el barrio de Once por orden del Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas N°. 4, a cargo de Graciela Dalmas. La investigación trataba de  venta de mercancía ilegal en la vía pública y los allanamientos en viviendas y pensiones se hicieron de madrugada, pero se labraron las actas como si fueran depósitos. La defensora Alicia Pierini denunció a efectivos de la Metropolitana y a funcionarios del gobierno porteño por “vejaciones, incumplimiento de los deberes de funcionario público, coacción agravada y privación ilegal de la libertad cometida por funcionario público”.

También tomaron intervención organizaciones sociales como Colectivo Para la Diversidad (COPADI), Cine Migrante y el CELS. Junto con la asociación que preside Mustafá, llevan adelante los reclamos  de algunos de los damnificados.  

Hace una semana en la localidad bonaerense de Malvinas Argentinas un comerciante senegalés denunció que los inspectores le dijeron “acá los negros no tienen lugar”. Mamadou Diop, que atendía su puesto ambulante en la estación de trenes de Grand Bourg, dijo que dos policías que los acompañaban detuvieron a otro senegalés que salió en defensa de Mamadou. Los empleados municipales incautaron gorros, bufandas, relojes y suvenires del mundial. El concejal del Frente Para la Victoria Rodolfo Tailhade presentó un pedido de informes en el Concejo por la situación de acoso.

Tahilade denunció que “el cuerpo de inspectores que tiene a su cargo el control de la venta ambulante en la localidad de Grand Bourg fue protagonista de actitudes notoriamente discriminatorias contra los comerciantes senegaleses, hostigándolos y persiguiéndolos sólo por su condición de africanos y ‘negros’”. El Concejo Deliberante rechazó el pedido, aunque algunos concejales oficialistas se comprometieron a interceder ante el Ejecutivo.

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