Lo hicieron los legisladores Campagnoli, Neira y Cerruti a través de un escrito presentado ayer. Buscan que el Ejecutivo dé explicaciones sobre la existencia de denuncias que señalan a la casona de Páez al 2000 como taller clandestino.
Los legisladores porteños José Cruz Campagnoli, Claudia Neira y Gabriela Cerutti presentaron ayer tres pedidos de informes al Ejecutivo de la Ciudad para conocer si funcionaba un taller textil clandestino en la casona de Páez 2796 donde el lunes murieron dos nenes atrapados en un incendio. Ayer también se confirmó que hace siete meses se había presentado una denuncia penal por el funcionamiento de un conjunto de talleres clandestinos en el barrio porteño de Flores y una de las direcciones señaladas era el escenario de la tragedia. Paralelamente, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires confirmó que no había inspeccionado ese lugar.
Por eso los legisladores buscan que el Ejecutivo dé explicaciones acerca de esas denuncias. "Informe si ha tomado conocimiento durante los últimos cinco años respecto de la existencia en dicho domicilio de un taller textil clandestino o de la posible comisión del delito de trata de personas, por parte de los vecinos, de organizaciones sociales o de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas", precisa.
Asimismo, requiere información sobre "si se han realizado inspecciones por parte de la Dirección General de Protección del Trabajo durante los últimos cinco años. En caso afirmativo, indique cuáles fueron los resultados de las mismas y si se tomaron acciones al respecto. Remita actas labradas”.
"Atento a la gravedad de esta situación es que presentamos el presente pedido de informe, señaló Campagnoli, y agregó que "de acuerdo a lo que dijeron los vecinos se trataba de un taller textil clandestino, cuyas ventanas estaban tapiadas desde hace tiempo". El legislador recordó que "no es la primera vez que el gobierno de Mauricio Macri es acusado de aplicar un mecanismo de protección a los talleres clandestinos para evitar que los mismos puedan ser clausurados".
La existencia de talleres clandestinos en la Ciudad y en particular en el barrio de Flores, ha sido denunciada insistentemente. Sin embargo, la permanencia de estos talleres es el reflejo de la desidia y falta de voluntad política del Gobierno de la Ciudad para perseguir esta actividad", aseguró Neira.
Y sostuvo que "en los últimos años hemos tenido que lamentar la muerte de varias personas, y en este caso en particular de dos niños, en incendios ocurridos en talleres clandestinos. No podemos seguir avalando la negligencia y la desidia del Estado ante esta situación que esclaviza y pone en riesgo a la población más vulnerable de esta Ciudad".
La vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, el lunes –poco después de la muerte de las criaturas– en un programa de televisión aseguró que "ese lugar no estaba denunciado como taller clandestino". Sin embargo, una denuncia del 24 de septiembre de 2014 ante la Protex menciona una treintena de talleres entre ellos el Páez 2796, junto con otros cuatro sobre la misma calle, en el 2766, 2710, 2775, 2721 y en el mismo barrio de Flores, en Terrada 909.
Orlando y Rodrigo, de 10 y 7 años, habían quedado al cuidado de sus tíos, Amparo Menchaca, de 41, y Julián Rojas, de 45. Desde el fin de semana dormían en el sótano donde murieron atrapados por las llamas. Como no tenían luz eléctrica, habían prendido velas. Los dos adultos sobrevivieron, los nenes no llegaron a escapar. La fiscalía de instrucción 22, a cargo de José Cubría, es quien lleva adelante la investigación que trata de develar cuál fue el origen del incendio.
TELAM/JC