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Dos fiscales de San Martín pidieron la elevación a juicio de los cuatro imputados por el crimen de Melina Romero, la joven de 17 años que fue encontrada asesinada en septiembre del 2014. Por un lado, la fiscal Fernanda Billone pidió la elevación de los tres imputados mayores de edad, a quienes acusó de “femicidio, violación seguida de muerte y privación de la libertad coactiva”. Los tres están en libertad, beneficiados con una falta de mérito, al igual que el cuarto imputado, un menor de 16 años, quien también permanece en libertad y a disposición de un fiscal del Fuero Penal Juvenil de San Martín, quien también pidió su elevación a juicio. 

En el caso de los tres mayores, el pedido fue formulado por la titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 5 de San Martín, Fernanda Billone, y apunta contra el pai César Sánchez, de 46 años; Joel “Chavito” Fernández, de 19; y Elí­­as “Narigón”  Fernández, de 21, según consignó la agencia de noticias Télam. A comienzos de este mes, los tres acusados fueron a los Tribunales de San Martín para ampliar sus declaraciones indagatorias ante Billone. Allí volvieron a reiterar su inocencia y aseguraron no tener relación con los otros imputados.

Ahora, la solicitud de Billone será evaluada por el juez de Garantías de San Martín, Mariano Porto, quien deberá resolver si hace lugar o no a ese planteo. En tanto, el fiscal de menores de San Martín, Mateo Guidoni, solicitó lo mismo para el adolescente involucrado en el caso.

Melina desapareció el 23 de agosto de 2014 cuando fue a festejar su cumpleaños número 17 al boliche ‘Chankanab’, de San Martín. Estuvo desaparecida casi un mes, hasta que la encontraron dos mujeres cartoneras a la vera de un arroyo de José León Suárez en una bolsa. Cuando encontraron el cadáver, Billone caratuló el asesinato como “homicidio criminis causa agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por femicidio en concurso real, y abuso sexual agravado”.

Los acusados del femicidio fueron seis varones. La mayoría fueron señalados en distintas declaraciones por una adolescente de 17 años conocida como M., amiga de Melina, que contó cómo el grupo violó y asesinó a la chica. La identidad de la chica permanece reservada por ser menor de edad. Su testimonio se sumó a las imágenes de las cámaras de seguridad que registraron el momento en que la adolescente llegó al boliche, a las 23.24, y salió a las 6.46 del día siguiente.

Uno a uno los acusados fueron quedando libres entre septiembre y diciembre del año pasado. Cuando todavía buscaban a Melina, el 11 de septiembre, la policía dio con el primer sospechoso: Joel “Chavito” Fernández. Su testimonio fue la punta del ovillo para que la fiscal Billone convirtiera un expediente, que se inició como averiguación de paradero, en una investigación por femicidio.

De acuerdo a la versión policial, Chavito se quebró y, entre llantos, confesó el crimen. Su abogado planteó que la “confesión” fue conseguida por la policía bajo amenazas y torturas. Fernando fue otro de los sospechosos y el primero en quedar libre. En el expediente mediático fue conocido como “el chico del beso”. El joven de 17 años aparecía besando a Melina en la puerta del boliche, donde se la vio por última vez con vida.

Javier Rodríguez, de 44 años, estuvo 27 días tras las rejas. Los medios lo nombraron como “Pelado”, aunque en la causa judicial no figuraba con ese apodo. Rodríguez había sido detenido en su casa del barrio Escalada, en Pablo Podestá. El hombre salió porque escuchó ladridos y Chavito lo marcó mientras los policías lo capturaban encapuchado. En sede judicial dijo que él no tenía relación con el caso y lo habían señalado obligado.

A Elías “Narigón” Fernández lo detuvieron el 18 de octubre. Volvió a su casa de Pablo Podestá en diciembre. El último acusado del crimen fue el pai umbanda César Sánchez. Lo llevaron a la Alcaldía de San Martín el 9 de octubre, después de una conferencia de prensa en la que trató de defenderse. A él también lo señaló M.. La adolescente dijo que en su casa violaron y mataron a su amiga. También contó que tenía un arma y que ayudó a ocultar el cadáver.

Declaraciones de inocencia

“No conozco a nadie de los que me involucraron. Voy a esperar el juicio tranquilo. No tengo nada pero nada que ver”, dijo entonces Elías Fernández, a la agencia de noticias Télam, al salir de los tribunales a comienzos de este mes. Y agregó: “Estoy muy tranquilo esperando que se termine todo. Sigo mi vida normal. Trabajo en transporte escolar de chicos discapacitados”, comentó el imputado, que estuvo preso por el caso pero luego fue liberado por una resolución de la Cámara de Apelaciones.

Joel “Chavito” Fernández también negó estar involucrado en el hecho e insistió que lo marcaron como sospechoso “por despecho”. “Me citaron a declarar y dije lo mismo que dije siempre: no tengo nada que ver con la muerte de Melina, soy inocente, no estuve en el lugar del crimen y no conozco a los otros involucrados”.

Sánchez, como los otros acusados, reafirmó su inocencia y aseguró que permanece “muy tranquilo” a la espera del juicio oral, según informó su abogado defensor, Roberto Damboriana.
CD/LL