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Infojus Noticias

22-12-2014|19:10|Resolución Nacionales
El joven había desaparecido el 7 de octubre

La muerte de Franco Casco será investigada como “desaparición forzada”

El joven era de Florencio Varela y apareció flotando en el río Paraná después estar detenido en una comisaria rosarina. El juez federal Carlos Vera Barros aceptó la competencia para intervenir en la causa. “Es lo que estábamos esperando”, dijo a Infojus Noticias Elsa Godoy, la madre.

  • Franco llegó a Rosario desde Florencio Varela a visitar a su familia y tenía pasaje de regreso el 6 de octubre.
Por: Infojus Noticias

La muerte de Franco Casco, el joven de Florencio Varela que apareció flotando en el río Paraná después estar detenido en una comisaria rosarina, será investigada como desaparición forzada. Su madre lo buscó durante tres semanas en las que se registraron distintas irregularidades en la pesquisa policial. La semana pasada el juez federal Carlos Vera Barros aceptó la competencia para intervenir en la causa y dispuso delegar todo lo actuado a la Fiscalía Federal N°1 a cargo de Marcelo Degiovanni.

“Es lo que estábamos esperando. Ahora empieza de nuevo la investigación que estaba bastante frenada, sin ninguna novedad”, dijo a Infojus Noticias Elsa Godoy, la madre del joven de 20 años. “La semana que viene tenemos una reunión en los Tribunales Federales”, agregó la mujer que desde que su hijo desapareció, el último 7 de octubre, se mudó prácticamente a Rosario para reclamar que se esclarezca el crimen. Desde un primer momento ella y otros familiares apuntaron a las fuerza de seguridad provinciales. En las calles de Rosario puede leerse el grafiti: “Yo sabía. A Franco lo mató la policía”.

En un primer momento, cuando se trataba de una “averiguación de paradero”, el expediente recayó en la justicia ordinaria en manos del fiscal Guillermo Apanowicz. Cuando habían pasado tres semanas de su desaparición, el defensor general de Santa Fe, Gabriel Ganón, había advertido que se trataba de desaparición forzada. La Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), cuyo titular es el fiscal Abel Córdoba, había acompañado el reclamo con un escrito y un habeas corpus.

Más tarde, Córdoba y Degiovanni apelaron la resolución del juez federal de Rosario, Marcelo Bailaque, quién había rechazado la solicitud de investigar el caso. A su vez, a fines de noviembre la jueza rosarina Roxana Bernardelli dispuso que la investigación pase al fuero Federal. Luego, se pronunció la Cámara Federal de Rosario que dispuso que los autos debían devolverse a Vera Barros para que acepte o rechace lo decidido por Bernardelli.

Y finalmente Vera Barros aceptó la competencia. En su resolución, remarcó que de las actuaciones remitidas por la justicia ordinaria surge: “la posible comisión del delito de desaparición forzada de personas por parte del personal policial dependiente de la comisaría 7ª de esta ciudad de Rosario, quienes habrían intervenido en la detención de Franco Casco y posterior accionar desplegado por los mismos, que culminara con la muerte del nombrado”. En ese sentido, encuadró los hechos como privación de la libertad y agregó que por tratarse de funcionarios públicos el crimen podría ser penado con prisión perpetua.

Desaparecido tres semanas

Franco llegó a Rosario desde Florencio Varela a visitar a su familia y tenía pasaje de regreso el 6 de octubre. Nunca volvió a su casa. Sus familiares deambularon en las comisarías, sus padres viajaron a Rosario, hasta que pudieron establecer que el chico había estado preso por unas horas en la comisaría 7°. Una médica policial firmó un documento en el que decía que el joven estaba desorientado y obnubilado, pero cuando fue citada en la audiencia a declarar dijo que no lo recordaba.

Luego, aparecieron imágenes del joven golpeado tras su paso por la dependencia. El cuerpo apareció el 30 de octubre flotando en el río, a la altura del Parque de España. Había muerto al menos tres semanas antes. Sólo el tatuaje que llevaba en el brazo con nombre de Thiago su hijo de 3 años, posibilitó que lo reconocieran.

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