La presentación realizada por el diputado Gustavo Vera, alcanza, también, al jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Además, ya son seis los pedidos de informes presentados por los legisladores para que el Ejecutivo dé explicaciones sobre por qué no se inspeccionó el taller clandestino en cuestión.
Una denuncia penal por “abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público y encubrimiento” contra la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, y el jefe de Gabinete y actual candidato a conducir la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta fue presentada ayer por el diputado Gustavo Vera, quien había denunciado en septiembre la existencia de un taller clandestino en el caserón donde el lunes murieron dos nenes tras un incendio. A esto se le suman seis pedidos de informes de legisladores al Ejecutivo Porteño para que dé explicaciones de por qué no se inspeccionó y clausuró el lugar.
En paralelo a esto, la CTA Capital anunció para el 7 de mayo al mediodía, una movilización a la sede de la Dirección del Trabajo, en Bartolomé Mitre 575 con la intención de pedir la renuncia del director de Protección del Trabajo, Fernando Macchi, del titular de la Agencia Gubernamental de Control, Juan Gómez Centurión, y del subsecretario de Trabajo porteño, Ezequiel Sabor.
Los legisladores porteños José Cruz Campagnoli, Claudia Neira y Gabriela Cerutti fueron los primeros en presentar los pedidos de informes para conocer si funcionaba un taller textil clandestino en la casona de Páez 2796. A ellos se sumaron Jorge Aragón, Gustavo Vera, Lorena Pokoik y Maximiliano Ferraro.
La vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, el lunes –poco después de la muerte de las criaturas– en un programa de televisión aseguró que "ese lugar no estaba denunciado como taller clandestino". Sin embargo, una denuncia del 24 de septiembre de 2014 ante la Protex menciona una treintena de talleres entre ellos el Páez 2796, junto con otros cuatro sobre la misma calle, en el 2766, 2710, 2775, 2721 y en el mismo barrio de Flores, en Terrada 909.
Orlando y Rodrigo, de 10 y 7 años, habían quedado al cuidado de sus tíos, Amparo Menchaca, de 41, y Julián Rojas, de 45. Desde el fin de semana dormían en el sótano donde murieron atrapados por las llamas. Como no tenían luz eléctrica, habían prendido velas. Los dos adultos sobrevivieron, los nenes no llegaron a escapar. La fiscalía de instrucción 22, a cargo de José Cubría, es quien lleva adelante la investigación que trata de develar cuál fue el origen del incendio.