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La memoria colectiva de las personas trans está en construcción. “Si una de nosotras fallecía en un hotel, sus fotos y recuerdos eran tirados a la basura. O descartados por una familia que no quería reconocer esas elecciones de vida. Ahora buscamos compartir nuestras vivencias para recuperar nuestro pasado, tenemos derecho a una memoria”, dijo a Infojus Noticias María Belén Correa, administradora del Archivo de la Memoria Trans, un espacio virtual donde se comparten anécdotas, fotos, testimonios y artículos periodísticos de la comunidad travesti, transgénero y transexual. Algo de lo que integra ese archivo se podrá ver desde el lunes al viernes próximo, de 12 a 18, en la sede de la Defensoría LGBT de la ciudad de Buenos Aires (Avenida De Mayo 881, 6° piso).

El archivo recibió el aporte de más de ochocientas personas trans que están por todo el mundo. “Nos consideramos sobrevivientes de las épocas nefastas que tuvimos con un Estado que promovía y legalizaba una persecución hacia nosotras. La mayoría somos chicas transexuales exiliadas que estamos conectadas para recuperar nuestro pasado como hicieron las Abuelas de Plaza de Mayo. Hay mucho dolor, porque nuestra vida no valía nada y nos pasaban por arriba con los autos en la ruta Panamericana. Total, después decían que eran accidentes porque estábamos ahí paradas. Había impunidad para cobrarnos, llevarnos detenidas, pegarnos y hacernos la maldad que quisieran”, dijo Correa.

La primera muestra del Archivo se hizo a partir de una caja con fotos que dejó tras su muerte Claudia Pía Baudracco, la activista que recorrió Argentina militando por la ley de Identidad de Género. Esta segunda exposición se titula “En busca de la libertad. Exilio y carnaval”. “El eje es que en la década del 70 y del 80 la única forma de salir tranquilas a la calle eran las dos semanas al año de carnaval. Otra opción era el exilio, en un principio Brasil, Chile o Uruguay, incluso escapar nadando, como se pudiera. Las que somos mayores de 40 nos consideramos sobrevivientes porque tuvimos que soportar lo que era bailar una semana y a la otra ir al velorio de una compañera. Y fue durante mucho tiempo así, violencia y maltrato. Desde hace dos años y medio que trabajamos en este Archivo porque sentimos que hay mucho para contar”, dijo Correa.

El territorio de la memoria

La fotógrafa Cecilia Estalles Alcón hizo el diseño y montaje de la muestra junto a Juan Ignacio Marasco, secretario de Cultura de la FALGBT. “Vas por ejemplo al Archivo General de la Nación y no aparece la comunidad trans, por eso me resultó algo totalmente necesario este trabajo que están promoviendo desde la memoria trans. Siendo lesbiana y parte de una comunidad tan discriminada, el abrazo colectivo entre ellas mismas, que pasaron por el dolor y hoy pueden mirarlo de otra manera, es emocionante”, dijo Estalles Alcón. Y explicó que las fotos fueron seleccionadas “entre más de mil seiscientas del archivo”, a lo que se sumó un vestido y otros materiales como documentos y pasaportes.

El archivo es solo de trans “porque lo que interesa por el momento es generar comunidad para circular nuestras historias, entre nosotras”, contó Correa: “En el grupo se han encontrado sobrevivientes que se creían muertas. Una persona escribió el relato de la fuga de una comisaría y nombró a una chica de Uruguay. A los diez minutos la otra le escribió: desde el 86 no se veían, una pensaba de la otra que había fallecido. Y así miles de historias de encuentros. Buscamos que cada una relate algo personal, de lo que le tocó vivir, para sentirnos acompañadas”.

Correa vive desde hace varios años en Alemania, pero el miércoles estuvo para la inauguración. Algunas que se reconocieron en las fotos se emocionaron: hubo abrazos y reencuentros. La memoria, ese territorio personal y colectivo de la existencia, no faltó.

A continuación, parte de la colección:

MM/RA