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Infojus Noticias

24-6-2015|7:20|Capacitación Nacionales
Acto en el Hospital Penitenciario Central del Complejo Penal Federal I

Entregaron en el penal de Ezeiza diplomas de mediación penitenciaria

Profesionales del Programa Interministerial de Salud Mental Argentino (PRISMA) recibieron los diplomas al finalizar el curso de Mediación Penitenciaria. “Son herramientas que permiten abordar los conflictos penitenciarios de una manera creativa, más allá de la lógica punitiva o del castigo”, explicó la directora del programa, Jessica Muniello. PRISMA se encarga de contemplar la atención de problemáticas en salud mental a unas 60 personas.

  • Fotos: Enrique Garcia Medina
Por: Infojus Noticias

En el hall del Hospital Penitenciario Central del Complejo Penal Federal I de Ezeiza, diecisiete profesionales del Programa Interministerial de Salud Mental Argentino (PRISMA) recibieron los diplomas al finalizar el curso de Mediación Penitenciaria. “Son herramientas que permiten abordar los conflictos penitenciarios de una manera creativa, más allá de la lógica punitiva o del castigo”, explicó a Infojus Noticias la directora del Programa, Jessica Muniello, que participó del acto junto al subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial y Asuntos Penitenciarios, Nicolás Soler, la directora nacional de Mediación y Métodos Participativos de Resolución de Conflictos, Marcela Uthurralt y el coordinador de Asuntos Penitenciarios, Marcelo Perera.

En un breve discurso, Nicolás Soler agradeció y felicitó a los profesionales que se capacitaron y valoró la importancia de incorporar nuevas herramientas en el trabajo con los pacientes. “Los recursos del Estado no son ilimitados”, dijo Uthurralt, quien celebró “la fuerte presencia del Estado en la mediación en estos últimos años”.

El equipo de PRISMA está compuesto por 60 profesionales, entre psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, enfermeros, musicoterapeutas y profesores de educación física. A ellos se suma un grupo de talleristas externos que coordinan trabajos de lectura, literatura, fotografía y otras actividades. El programa se encarga de contemplar la atención y tratamiento de las problemáticas en salud mental de unos 60 hombres y mujeres.

“Llevamos adelante un programa de salud y derechos humanos en el que no hay sanciones disciplinarias. Como profesionales de la salud mental nos dimos cuenta que necesitábamos herramientas específicas para la resolución de conflictos”, explicó Muniello. “Buscábamos intervenir o resolver los conflictos desde otra lógica que no fuera la punitiva o la del castigo”, agregó la directora de PRISMA.

Desde el Programa contactaron a la Dirección Nacional de Mediación y Métodos Participativos de Resolución de Conflictos. El área que coordina Marcela Uthurralt aportó las herramientas. Los docentes a cargo del curso de Mediación Penitenciaria, a través del cual ya se había capacitado a personal del Servicio Penitenciario Federal (SPF), les transmitieron a los profesionales los conocimientos para abordar los conflictos de manera pacífica y a través del diálogo.

“El curso es una herramienta para la comunicación y la negociación para el abordaje de conflictos penitenciarios”, explicó Marcelo Perera. “Tiene que ver con la necesidad de los profesionales de incorporar herramientas que le permitan desarrollar su trabajo cotidiano e intervenir permanentemente en una diversidad de situaciones con los internos privados de su libertad que están incluidos en el programa de salud mental”, agregó el coordinador de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Justicia.

“Este tipo de herramientas son fundamentales para una diversidad de conflictos. En este programa tenemos conflictos entre los privados de libertad que a veces surgen por un termo o una silla. Cualquier excusa a veces decanta en una situación conflictiva que puede llegar a tener derivaciones complicadas”, agregóPerera. “Es importante resolver o mediar en esos conflictos sin recurrir a las fuerza o a otras estrategias usualmente utilizadas”, concluyó.

El programa

PRISMA empezó a funcionar en julio de 2011 a través de una resolución conjunta entre los Ministerios de Justicia y Derechos Humanos, y Salud. El Programa apunta la problemática de las mujeres y los hombres alojados en los establecimientos penitenciarios especializados en materia psiquiátrica del Servicio Penitenciario Federal. A partir de su implementación se logró cerrar las Unidades 20 y 27 del Hospital Borda y Moyano.

El programa funciona con tres dispositivos: Evaluación, Tratamiento y Egreso. De esta manera, el ofrece una atención sistemática de los internos durante las 24 horas, a través de una guardia compuesta por un psicólogo, un psiquiatra y dos enfermeros.

SO/RA

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