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“Yo no soy mejor que nadie / y nadie es mejor que yo / por eso tengo los mismos derechos que tenés vos”. Con ese himno a los derechos del niño, que forma parte de la herencia cultural que dejó la obra del dramaturgo Hugo Midón, quedó inaugurado el Encuentro de familias LGBT de este año. Las intérpretes, Fernanda y Ema, fueron acompañadas por el público que, gracias a las cartulinas que sostuvieron los organizadores, pudieron seguir la letra de la canción. Previo al himno, a modo de presentación, se unieron en una mesa Cynthia Ottaviano, Defensora del Público, autoridades de la secretaría de Niñez y Adolescencia del ministerio de Desarrollo Social de la Nación, del INADI y de 100% Diversidad y Derechos, organización autora intelectual del evento.

El encuentro se realiza durante los tres días de este fin de semana largo en el hall central y en el patio del Colegio Nacional Buenos Aires, con programación cultural y diversa para concientizar, educar y, entre otras cosas, festejar el día del niño.

Nuevo código, nuevos derechos

La primera mesa de debate de adultos y adultas estuvo directamente atada a la coyuntura: desde el 1º de agosto de este año rige el nuevo Código Civil y Comercial, que determina todas las actividades sociales y económicas de los argentinos y que funciona como una suerte de guía para la vida de estas nuevas familias. Son unas 150 de todo el país inscriptas en el Encuentro, con al menos 100 niños y niñas.

La Guía de Prácticas Registrales, elaborada por 100% Diversidad y Derechos, funciona como punto de partida sobre siete puntos centrales en el campo de las relaciones familiares, coordinada por Florencia Feldman y Jesica Kopyto. A saber: matrimonio civil sin discriminación; el reconocimiento de las técnicas de reproducción humana asistida (TRHA) como un tercer tipo filiar; la ley de identidad de género, que también fue aprobada como ley y que se incorpora a las nuevas normas que reemplazan a las de Vélez Sarsfield; la adopción igualitaria sin importar de qué sexo sean los adoptantes, con los mismos derechos para ambos y, a la par, la aceleración de los procesos de adopción; el derecho de los convivientes, es decir, de parejas de cualquier orientación sexual que decidan convivir sin contraer matrimonio; la libertad de elegir para cada adulto o para los hijos cualquiera de los dos apellidos de la pareja; y, por último, los derechos de las conocidas como “familias ensambladas”.

Atentos, abrazados y vestidos con la misma campera -aunque una roja y la otra verde-, Juan y Pablo escucharon la conferencia. Sus hijos, Batista y David, de 11 y 13, jugaban afuera con el resto de los chicos y chicas del Encuentro. El 3 de septiembre de 2013, a estos padres de Tierra del Fuego les otorgaron la guarda con fines de adopción de sus hijos, y el 2 de marzo de este año obtuvieron la adopción plena. “Intentamos pensar desde el deseo de nuestros hijos”, dijo Juan, orgulloso. “El misterio de la paternidad, cuando se hace realidad y lo empezás a vivir, es maravilloso”, sostiuvo Pablo. “Sigue siendo un aprendizaje todos los días: te enojás, te ponés contento, feliz, orgulloso, frustrado. La paternidad es una vorágine, todo sucede muy rápido”, agregó Juan.

Él está embarazado

Oriana y Alan no nacieron con esos nombres. Ella tenía un nombre masculino y él, uno femenino. Su caso, emblemático tanto en su Salta natal como en el resto del país, sentó precedente. Alan quedó embarazado de Oriana, y juntos tuvieron a Ivanka, que ahora tiene cuatro años. Más adelante, ambos pudieron tener un DNI con su nombre gracias a la Ley de Identidad de Género, pero el problema fue que Ivanka tenía una partida de nacimiento en la que figuraban sus padres con un nombre que nunca los representó y que legalmente ya no tenían.

“Ellos recurrieron a mí en una marcha del Orgullo en Salta y ahí me comentaron su situación. La directora del Registro Civil de esa provincia no quería realizarle los cambios y les pedía que lo judicialicen. Estaban muy desilusionados con el sistema de esa sociedad tan conservadora. Recurrí a la ministra de Derechos Humanos de aquel entonces y al INADI, pero ninguno podía actuar porque no había ningún precedente”, contó Karen Díaz, de la Fundación Igualdad. Finalmente, la búsqueda por ratificar la partida de nacimiento de Ivanka pudo realizarse con éxito por la Ley de Identidad de Género.

Durante la primera jornada, la música y actriz Violeta Castillo tocó algunas canciones en el hall central del Colegio, mientras el grupo Las Estatuas brindaba un taller de estatuismo teatral. Más tarde, la obra de títeres Príncipes…-Otra historia de amor-, de Eleonora Castel y dirigida por Adriana Sobrero, mostró la historia de amor entre dos príncipes. Este domingo será el turno de las artes plásticas y de talleres de lecturas con dibujos.

AG/JMM