Infojus Noticias

“Nada ocurrió, el hecho no existió”, se defendió hoy el ex presidente Fernando De la Rúa en los alegatos del juicio que afronta por el supuesto pago de sobornos a senadores justicialistas para la aprobación de la Ley de Reforma Laboral en abril de 2000. Su defensa pidió su absolución de culpa y cargo y el pago de costas a la Oficina Anticorrupción. Mañana comenzará el alegato del ex jefe de la SIDE, Fernando De Santibañes. 

Esta es la cuarta y última audiencia de alegatos de la defensa del ex presidente ante el Tribunal Oral Federal 3. En calidad de abogado, De la Rúa eligió cerrar su propio alegato. “Trece años requieren una explicación y que la sentencia ponga punto final a este calvario”, dijo.

Además del ex presidente y De Santibañes, están imputados el ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto; el ex ministro de Trabajo, Alberto Flamarique; y cuatro ex senadores justicialistas: Alberto Tell, Remo Costanzo, Ricardo Branda y Augusto Alasino. Todos estuvieron presentes menos Pontaquarto, el "arrepentido" que reveló haber sacado de la SIDE los cinco millones de pesos para entregárselos a los senadores justicialistas.

La defensa de De la Rúa sostuvo en las audiencias anteriores que el ex secretario parlamentario  mintió y que nunca existió la entrega de dinero a los senadores justicialistas para aprobar la Ley de Reforma Laboral. “¿Quién tendrá valor para disculparse, cómo se repara el mal causado a las instituciones, al gobierno y a mi familia?”, se preguntó De la Rúa.

La sala de audiencias estuvo tan llena como el primer día del juicio, el 14 de agosto del año pasado. Hoy lo acompañaron su mujer Inés Pertiné -con anteojos negros- su hijo Aíto, una de sus nietas, amigos y ex funcionarios, como el ex ministro de Infraestructura, Nicolás Gallo, y el de Salud, Héctor Lombardo.

“Hubo rumores, un anónimo, un juez y mucha prensa. El anónimo fue leído y reproducido en todas las radios y diarios del país. Después se agregó el mito de la Banelco. Entonces se prendió la hoguera”, sostuvo el ex mandatario.

El ex presidente mencionó a Alberto Fernández como uno de los operadores de la causa. Y homenajeó la memoria del mendocino José Genoud, a quien definió como un “excelente senador”. Genoud estaba acusado y se suicidió en 2008.

El ex mandatario cerró su alegato diciendo que él es radical "desde que nació" y que por el procesamiento estuvo a punto de ser expulsado de la UCR. No lo echaron, dijo, por el principio de inocencia. Por esa “dignidad radical”, dijo que él asistió a todas las audiencias. 

Como contraparte, los abogados de Pontaquarto habían pedido la absolución de su defendido. “Técnicamente no pueden hacer otra cosa que pedir la absolución”, dijo el “arrepentido” en una entrevista a Infojus Noticias. “Si no hay condena en este juicio, será una injusticia absoluta. Se terminaría con una posibilidad histórica que tuvo la Justicia argentina: tener a alguien que confesó bancándose lo que venga”, agregó.

Durante el juicio, la fiscal Sabrina Namer –al igual que la Oficina Anticorrupción- pidió que De La Rúa y Santibañes sean condenados a seis años de prisión y seis años de inhabilitación para ejercer como funcionarios públicos. Namer dijo que en su investigación se acreditó que el ex presidente dio la orden de pagar sobornos y que "descartaría de plano" que no supiera de las coimas. "El pago no podría haberse hecho sin la orden de De la Rúa", explicó. Namer pidió la absolución de Branda y de Flamarique.

Para los ex senadores del PJ Tell, Costanzo y Alasino la fiscalía pidió también seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Para el “arrepentido” Pontaquarto, en cambio, reclamó tres años de prisión en suspenso.