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Infojus Noticias

1-9-2013|12:15|Ciudad Nacionales
Diálogo entre la Justicia y la ciudadanía

Crónica de un ensayo general para el juicio por jurados

Esta semana se realizó una teatralización del proceso judicial con doce vecinos integrando el jurado y más de cien espectadores. Fue una experiencia impulsada por el Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires.

  • Los integrantes del jurado fueron doce vecinos de dos comunas porteñas. Majo Malvares
Por: Cecilia Devanna

El Consejo de la Magistratura de la ciudad de Buenos Aires organizó esta semana un simulacro de juicio por jurado. En la teatralización del proceso judicial y ante un público de más de cien personas, un jurado integrado por 12 vecinos de la ciudad debía decidir sobre el futuro de una mujer supuestamente acusada de haber asesinado a su esposo. Aunque está establecido en la Constitución Nacional de 1994 (también en la de 1853), el juicio por jurados no se aplica en la mayoría de los distritos judiciales del país. Sólo está vigente en Córdoba, pero Chubut y Neuquén están en vías de incluirlo. El jueves se frustró su debate en el Senado bonaerense. 

El caso
La noche del 15 de enero María Josefa Gonzáles mató de un balazo en el abdomen a su esposo, Miguel Romero. Fue en el jardín de su casa en el barrio Mitre, durante los festejos por el cumpleaños de 15 de la hija de ambos. Estaban separados desde hacía dos meses. Esta semana María Josefa se sentó frente a un jurado de 12 vecinos porteños, como ella, que la juzgaron y decidieron si era culpable o inocente. Estaba imputada por homicidio calificado por el vínculo.

María Josefa no es María Josefa: es un personaje del caso que trató esta experiencia. Fue interpretado por la actriz Victoria Moreteau -que la noche anterior a la audiencia ganó el premio ACE como revelación por su rol en la obra “Alfonsina y los hombres”-. En el simulacro de juicio por jurado el protagonismo no estaba en María Josefa sino en los doce vecinos de dos comunas porteñas, integrantes del jurado interpretándose a sí mismos. Supieron de la convocatoria a través de mails, comuneros o afiches, y quisieron participar.

El Consejo también aprobó la creación de una Comisión Redactora ad honorem, conformada por juristas y legisladores. Entre ellos están el legislador porteño Aníbal Ibarra -presente durante el debate-  y Helio Rebot, quienes presentaron proyectos sobre el tema. El objetivo de esta iniciativa es la proyección de una norma que instituya y regule el Juicios por Jurados en la Ciudad, como un aporte al Poder Judicial.

El simulacro

A las cinco de la tarde el juez de la causa dio la orden de ingreso a la sala “A” de la sede del Ministerio Público Fiscal de la calle Berutti a María Josefa. La imputada, una mujer joven, de jeans, polar verde y cabello atado. Entró esposada  y se sentó junto a su abogado defensor, interpretado por Luis Dua Castella Arbizu, defensor general adjunto de la Ciudad.

-Que ingrese el jurado, dijo el juez, que en verdad no era tal sino el fiscal general adjunto de la Ciudad, Luis Cevasco.

En fila, uno detrás de otro, entraron cinco mujeres y siete hombres. El juez les explica la importancia de lo que van a hacer. Decidirán, en base a lo que van a ver y escuchar, si esa mujer es culpable o inocente del cargo que se le imputa.  En el rol del fiscal Mauro Tereszko -fiscal de primera instancia del fuero penal contravencional y de faltas- alertó sobre lo que hizo la acusada y lo hábil que es su defensor. A su turno, el defensor se acercó al jurado y miró a sus integrantes a los ojos. Les dijo: “María Josefa es madre de cuatro hijos que ahora están desatendidos. Y fue, durante largos años, víctima de violencia de género”.

Tomás Fernández hizo del primer testigo, en verdad es policía de la Metropolitana. Llegó a la casa minutos después del supuesto homicidio. “Me entregó el arma”, dijo cuando le preguntaron cómo reaccionó María Josefa al verlo. Después llegó el turno de Juana Lagorio, la supuesta tía del fallecido. “Estábamos en el jardín, él se fue apoyando en la pared hacia adelante hasta que cayó”, relató la mujer que interpretó ese papel, la defensora oficial Paula Lagos. Ella es una convencida del valor de los juicios por jurado. “Es una deuda que todavía tenemos con la sociedad”, explicó a Infojus Noticias. “ Se relaciona con la participación de la ciudadanía y con que se entrelace con  la justicia, con hacerla más accesible”.

Luego declaró el supuesto médico legista que examinó el cuerpo de la víctima. Lo encarnó el Omar Gabrielli, de la Dirección de Medicina Forense de la Ciudad. Después, en medio de un silencio sepulcral, las cien personas del público, los 12 jurados y los representantes del Poder Judicial escucharon el testimonio de María Josefa. Entre lágrimas contó como conoció a su esposo a los 15 y quedó embarazada a los 16. Desde entonces él la maltrató. Hacía 8 años que le pegaba. Contó también cómo decidió separarse, aunque a los dos meses el volvió. Cómo lo denunció varias veces y nadie la escuchó.

Mientras la acusada lloraba, las mujeres del jurado se llevaban las manos a la cara. Una vez que terminó su testimonio, por orden del juez, los 12 jurados salieron a deliberar. El magistrado les recordó que ellos solo podían decidir: culpable y no culpable. Para que alguien sea declarado “culpable” en un juicio por jurados se deben reunir al menos 9 votos positivos. A los veinte minutos estaba decidida la sentencia: declararon a la acusada no culpable.

“La implementación de los juicios por jurado sería un avance muy importante en la democratización de la justicia”, dijo a Infojus Noticias Aníbal Ibarra. El legislador ya vivió un salto histórico dentro del universo judicial: el paso de los juicios escritos a los orales. En el simulacro también estuvieron el fiscal general de la ciudad de Buenos Aires Germán Garavano, y por el Consejo de la Magistratura Gustavo Letner.  “El juicio por jurado sin dudas mejorará la calidad de la justicia”, dijo Letner. El presidente del Consejo de la Magistratura de la Ciudad, Juan Manuel Olmos, no pudo estar presente pero mandó una carta. “El Poder Judicial es el único que no tiene representación popular y aquí es donde, justamente, el pueblo puede participar a través del jurado", afirmó. Para Andrés Harchuf, vicepresidente Asociación Argentina de Juicio por Jurados, también “es hora de un nuevo diálogo entre la Justicia y la ciudadanía”.


 

El jurado

A los 73 años Gladys Merola disfruta de su militancia. Es bajita, canosa y está maquillada. Hace 12 que se jubiló, después de 46 años como docente. “Nunca se puede juzgar a una persona sin conocer su historia. No se puede condenarla sin escuchar el pasado”, dijo emocionada.

Santiago Villarroel está exultante. Tiene 19 años, trabaja en el Poder Judicial y decidió participar como miembro del jurado porque dice que está harto de ver “cómo la condena sobre una persona la decide un hombre solo, en su despacho, con la puerta cerrada”. Estudiante de Filosofía, después del veredicto dijo a Infojus Noticias: “Soy partidario de que las decisiones sean mancomunadas entre los jueces y el pueblo. La Justicia no puede estar entre miembros de una misma clase social. Esto es diálogo entre la sociedad y la Justicia”.

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