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Infojus Noticias

29-4-2015|16:59|Juicio Oral Nacionales
El juicio pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles

Ángeles Rawson: peritos admitieron errores en el estudio de ADN de una uña

Dos bioquímicos de la Policía Federal explicaron al tribunal que una uña de la adolescente, encontrada en el auto de la madre y el padrastro, se contaminó en el laboratorio. La defensa de Jorge Mangeri planteó que no se tomaron recaudos en la cadena de custodia de esas muestras. También declaró el chofer que encontró el cuaderno de Ángeles en la autopista General Paz.

  • Mariano Armagno
Por: Infojus Noticias

Dos bioquímicos de la Policía Federal que trabajaron en el análisis de muestras levantadas en varios allanamientos en la causa que investigó el crimen de Ángeles Rawson, admitieron errores en el estudio de ADN sobre una uña de la adolescente hallada en el auto de la madre y el padrastro, que se contaminó en el laboratorio. Para la defensa forma parte de una serie de errores cometidos en los estudios. 

Este error fue explicado ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9  por los responsables del área de ADN de la División Laboratorio Químico de la PFA, Mabel Novoa y Eduardo Arzac, quienes ya lo habían informado por escrito en la causa en febrero último, poco antes del inicio del juicio oral.

Si bien no se trata de ninguno de los estudios que incriminaron al portero Jorge Mangeri -debajo de tres uñas de Ángeles se halló perfil genético del imputado-, estos testimonios le sirvieron a la defensa para cuestionar la seriedad de los exámenes genéticos hechos en la causa. “Hoy quedó demostrado con qué poca seriedad se hacen los estudios de ADN en la Argentina”, dijo el defensor Adrián Tenca a Télam, en un cuarto intermedio de la audiencia.

El examen de ADN cuestionado fue el que la PFA le hizo a la denominada "muestra 7" que era parte de una uña hallada debajo del asiento del auto Chevrolet Celta que manejaban tanto la madre de Ángeles, María Elena "Jimena" Aduriz, como su pareja Sergio Opatowski.

Este estudio dio como resultado un perfil genético femenino distinto al de Ángeles y luego se determinó que era de la perito Novoa, quien había tomado la muestra con un hisopo. “Nos dimos cuenta cuando revisamos todos los datos crudos porque se nos venía el juicio oral”, explicó hoy la perito Novoa.

Cuando el abogado Tenca le preguntó quién había contaminado la muestra, algo nerviosa, Novoa contestó: “Somos dos y yo soy la única mujer. Debo haber sido yo. Fui yo”.

El defensor preguntó por qué se había contaminado y la bioquímica respondió que pese a tomar recaudos como usar “guantes, barbijo, material descartable y un lugar estéril”, debe haber sucedido en “el paso de la extracción”, al rozar el hisopo en la uña. “Cualquier célula o descamación de la piel puede contaminar”, dijo Novoa.

Fuentes judiciales aclararon a la agencia Télam que la uña no sólo fue analizada por el Laboratorio Químico de la PFA, sino también fue enviado al laboratorio del Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires.

La dependencia universitaria hace los ADN para el Cuerpo Médico Forense, y allí se determinó que correspondía a una mujer cuyo perfil genético tenía un parentesco de “primer grado” con el patrón de Ángeles.

Por ello, los investigadores infirieron que esa uña es de "Jimena" Aduriz, quien además, al declarar en el juicio, recordó que a ella se le había roto una dentro de su auto.

Además de Novoa, ante los jueces Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas, hoy declaró su compañero de laboratorio, Arzac, quien dijo que “no es común” que ocurra una contaminación pero que les sucedió y lo informaron al tribunal ni bien lo advirtieron cuando revisaron sus trabajos para el juicio oral. Ambos peritos también reconocieron que cometieron un error de “copy/paste” en el informe sobre el ADN hallado en distintas prendas de vestir de Ángeles. “Hubo un error de transcripción en el copio y pego. Se pegó la tabla equivocada”, dijo Novoa y explicó que el error se debe haber cometido porque la computadora donde está el programa en el que aparecen los marcadores de un perfil genético es distinta a la que luego utilizan para escribir los informes.

“No tiene que pasar, pero puede pasar”, declaró al respecto Arzac, quien explicó que se dieron cuenta de este otro error porque “en los medios estaban nuestras pericias, decían que los valores no coincidían, nos fijamos y era cierto”.

Voceros judiciales vinculadas a la causa Rawson aclararon que estos peritos de la PFA que declararon hoy en el juicio no son los mismos que hicieron los ADN clave que detectaron el perfil genético de Mangeri debajo de las uñas de los dedos índice, mayor y anular de la mano derecha de la chica de 16 años asesinada en 10 de junio de 2013 en el barrio porteño de Palermo.

La mayoría de los peritos que debían declarar hoy finalmente no lo hicieron porque fueron desistidos por las partes y el juicio pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles.

“Estuve temblando 15 minutos”

Cornelio Antonio Pérez, chofer de la empresa de limpieza Serbeco, fue el hombre que encontró el cuaderno de colegio de Ángeles Rawson días después de que encontraran su cuerpo en el predio del CEAMSE , en José León Suárez. Hoy, ante los jueces revivió ese momento  y como se sintió en aquel momento. También declararon peritos que trabajaron en el análisis de ropas de algunos de los allanamientos de la causa en la casa de la joven y en el auto del padrastro de Ángeles y del principal acusado por el crimen de la joven, Jorge Mangeri.

 Pérez contó que entró a trabajar a eso de las 10 de la noche del martes 11 de junio de 2013 y que tomó el camión -con tolva y cepillos que barren la autopista. Después recordó que cuando iba entre Balbín y Panamericana encontró un cuaderno: “Vi tirado un cuaderno con una tapa que tenía una cruz roja, era la una de la mañana”. Precisó que fue “por General Paz carril rápido, mano hacia el Riachuelo pegado al guardarail”.

El chofer  dejó el cuaderno en la luneta del camión y siguió trabajando hasta las cuatro de la mañana aproximadamente y volvió a la empresa. “Cuatro y cuarto agarro el cuaderno para ver que era y lo cierro; miro la cruz roja y veo el nombre: Rawson Ángeles. Habré estado quince minutos temblando. Cuando reaccioné llame a mi señora”, contó.

Después de corroborar junto a su señora que el nombre que había leído era el de la chica que salió en los medios, Pérez llamó al 911. Esperó entre las cinco y las nueve de la mañana, ya del miércoles, y como no fue nadie, salió directo a la comisaria 36 de Lugano. Hoy en la audiencia, de la que no participó Jorge Mangeri, le exhibieron el cuaderno para que ratificara que era el que había encontrado y así lo hizo.

A la próxima audiencia será llevado por la fuerza pública Leonardo Sebastián Gelso, el empleado de la planta de la Ceamse de la localidad bonaerense de José León Suárez que halló el cadáver de Ángeles y hoy faltó por tercera vez pese a estar notificado.

Télam/GA/LC

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