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Infojus Noticias

6-12-2014|10:30|Identidad Nacionales
La Ley de Identidad de Género, pionera en la región

América Latina eligió a Miss Trans 2014 en La Plata

Con el lema "Argentina exporta igualdad", nueve transexuales participaron de la segunda edición del concurso, que se realizó esta semana. Organizada por la asociación OTRANS, contó con el auspicio de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires. Los sueños y las historias de las participantes.

  • Fotos: Jerónimo Rivero / Cubo Estudio
Por: Catalina Dowbley

Emma llega veinte minutos antes de que arranque el concurso. Mientras retoca su maquillaje frente al espejo, pide que le presten pegamento para las pestañas postizas.  En la misma habitación, un pibe empuña una pistola de calor y pega mil plumas de pavo real en un espaldar digno del carnaval de Río de Janeiro. “No sé, dame silicona, voligoma, algo”, ruega Emma. “¿La gotita?”, le dice una voz femenina desde atrás. “¡Estás loca! Se me pega el ojo, me queda cerrado y ¿qué hago?”. En minutos empieza el concurso. Miss Latinoamérica Trans va por su segunda edición. Nueve transexuales compiten por ver quién es la que mejor representa a su colectivo.

Emma nació en 25 de Mayo, un pueblo de la provincia de Buenos Aires. Mucha llanura,  23 mil habitantes y una sociedad conservadora que no la detuvo en el afán de construir su identidad. Hace once carnavales que Emma desfila por el pueblo. Esa fue la celebración que le abrió la puerta para salir por primera vez a la calle como mujer.

La corona, el conchero,  el corpiño de strass y el espaldar con plumas de colores: todo se lo trajo su amigo la Masa – el famoso luchador de catch de su pueblo- en una reluciente camioneta negra. Durante todo el concurso, él va a seguirla con la mirada y los brazos cruzados, instalado en una mesa desde el fondo del teatro. 

Kristina Eva está parada en medio del escenario. De sombrero, botas y poncho, sonríe. Siempre sonríe. A diferencia del resto de sus compañeras, pareciera que le cuesta mantener la pose: la espalda erguida, la cabeza en alto, una pierna delante de la otra y una mano en la cadera. En el 2012 Kristina tenía otro nombre, una esposa y una historia por revelar. Ahora dice que nunca había pensado en que quería ser mujer. Después se acuerda cuando era chica y jugaba a disfrazarse. Casi todos los varones querían ser superhéroes pero ella quería ser la mujer maravilla.

Cuarenta y seis años después Kristina Eva es la mujer maravilla de carne y hueso en competencia por ser Miss Latinoamérica Trans. La misma que da clases de Historia en dos institutos que dependen del episcopado de La Plata y trabaja como administrativa en la Policía Bonaerense.  Hace dos años, algunas noches, empezó a escaparse de su casa en su Dodge 1500 celeste, para ser lo que deseaba.

El lema del segundo concurso Miss Latinoamérica Trans es “Argentina exporta igualdad”. El 9 de mayo de 2012 nuestro país sancionó la Ley de Identidad de Género y se convirtió en el primer y único país de Latinoamérica en tener una ley que reconoce a los ciudadanos el derecho de identificarse con la identidad autopercibida que se corresponda y no con la asignada al momento de su nacimiento.

“Toda persona podrá solicitar la rectificación registral del sexo, y el cambio de nombre de pila e imagen cuando no coincidan con su identidad de género autopercibida”, dice el texto. La Ley 26.743 prevé la modificación de la apariencia o la función corporal a través de medios farmacológicos o quirúrgicos, e incluye expresiones de género como la vestimenta, el modo de hablar y los modales.

La elección se hizo en El Teatro Bar de La Plata. Si bien el concurso se caracteriza por premiar a las participantes por su compromiso militante para con su colectivo, en bambalinas el clima es el de cualquier certamen: puro nerviosismo.

Pamela se seca el flequillo, se para y ayuda a su compañero a pegar otra pluma de pavo real. Debe esperar que la silicona se seque. Mientras una de sus amigas calienta la buclera, acomoda un rulero en el flequillo. De la percha cuelga un vestido amarillo con un volado y lentejuelas, su atuendo para el desfile con vestidos de noche.

Aunque Pamela nació en la selva peruana, esta noche representa a Nicaragua. Ha preparado un traje de india autóctona con un espaldar con mil plumas de pavo real y otras tantas de color azul. Sobresalen casi un metro a cada lado de su cuerpo. Tendrá que bajar la escalera que lleva al escenario de costado, pero será el traje más impactante y aplaudido, y ganará el premio del jurado al mejor atuendo. Lo que Pamela todavía no sabe es que será coronada como la nueva Reina Trans 2014.

Como muchas de sus compañeras, Pamela repitió el mismo recorrido que hicieron Leti, Carola y otras migrantes para llegar a la Argentina. Primero se contactaron con alguien que las trasladó desde su pueblo a Lima, la capital peruana. Allí trabajaron como prostitutas. Después llegaron a este país, a trabajar de lo mismo “en la calle”. Curiosamente, a la persona que las acompaña hasta Argentina la apodan para siempre “mamá”.

Desde lejos, Argentina se dibuja a los ojos de muchas trans que viven en países como Perú, Bolivia y Paraguay, como la tierra de las posibilidades infinitas. Ese agradecimiento que todavía las embarga se repite una y otra vez en el micrófono del concurso. Hablan de las mismas cosas: sociedades cerradas, expulsión, maltrato. Aunque repetitivo, no deja de ser impactante. En sus países, dicen, no se les reconocen sus identidades. El derecho a la educación, por ejemplo, está vedado a quienes no cumplen con las normas del deber ser impuestas por la sociedad.

La segunda edición de Miss Latinoamérica Trans está organizada por la asociación civil OTRANS y auspiciada por la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires. El objetivo del certamen es visibilizar las distintas realidades por las que atraviesa el colectivo trans en la Argentina y luchar contra la discriminación.

Con la idea de montar una escena en la que se da por tierra con los estereotipos del cuerpo 90-60-90, de la belleza publicitada que asfixia los cuerpos, el concurso pretende mostrar la diversidad de los diferentes rostros, la pluralidad del cuerpo humano. Y coronar con el premio mayor a las participantes que demuestren un mayor compromiso en la defensa de los derechos del colectivo. 

“La idea es apropiarnos de este certamen hegemónico tradicional para poner en crisis la cuestión de la identidad de género. Mostrar nuestras raíces latinoamericanas, hacer énfasis en que estamos orgullosas de descender de pueblos originarios. Y orgullosas no sólo de ser trans sino latinoamericanas, mestizas y morenas”, dice a Infojus Noticias Claudia Vásquez Haro, presidenta de OTRANS y organizadora del concurso.

Minutos después de la medianoche, el jurado ya tiene sus elegidas: Miss Simpatía, primera y segunda princesa. Y el cetro de la nueva Miss Latinoamérica Trans es para Pamela. La decisión convocó a representantes de diversos organismos del Estado y la sociedad civil: Nicolás Carvalho, Subsecretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires; María Rachid, legisladora porteña e integrante de la Federación LGTB; Zulema Enriquez, organizadora del Festival BAIn; Cristian Jure, director de TV Universidad; Lourdes Rivadeneyra, coordinadora nacional de la red de migrantes y refugiados en Argentina y Ana Herrán, del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. “La ampliación de derechos posibilita esto, contribuye a la organización de estos colectivos. Tenemos que seguir trabajando para garantizar el acceso de la comunidad trans a un trabajo digno”, dice Carvalho.

La Argentina hoy tiene una Ley de Identidad de Género que permite la igualdad jurídica de todas las personas transexuales. Pero aunque las leyes postulen igualdad, el reclamo y la consigna de la segunda emisión del Miss Latinoamérica Trans fue seguir batallando por la igualdad cultural, para que todas las personas transexuales puedan acceder a un trabajo digno y de una vez por todas puedan terminar de correrse del margen.  

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